Las condiciones meteorológicas que reinaron ayer en la ría de Arousa obligaron a la mayor parte de la flota a permanecer amarrada en sus puertos, en especial, a las embarcaciones dedicadas al marisqueo, ante el riesgo que suponía el oleaje y el fuerte viento que afectó a toda la zona durante la mañana.

Así lo reconocía el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa, al afirmar que "el mar estaba muy malo y la mayor parte de las embarcaciones de marisqueo tienen que atravesar gran parte de la ría para llegar a los bancos de libre marisqueo, en esas condiciones, el riesgo era mayúsculo, por lo que casi toda la flota optó por quedarse en tierra".

Si es cierto, señalaba ayer el patrón cambadés, que "los barcos de artes menores, el cerco o el bou de vara decidieron salir, pero fueron las excepciones, ya que la mayor parte de la flota optó por mantenerse al abrigo del puerto".

La imagen se extendió a otros muelles como Vilanova de Arousa y A Illa, donde la gran mayoría de embarcaciones se mantuvieron amarradas a puerto. El patrón mayor isleño, Juan José Rial Millán, apuntaba ayer que "no tiene sentido salir al mar en esta situación, porque es arriesgarte a sufrir un serio problema". En ese municipio llegó a registrarse el hundimiento de una planeadora que se encontraba amarrada en la zona de Riasón debido al fuerte oleaje que se registraba en la zona.

La imagen de la flota amarrada se repetirá, previsiblemente, en la jornada de hoy, ya que toda la costa gallega se encuentra en alerta naranja por vientos de fuerza 8, que se espera que comiencen a soplar entre las 9.00 y las 12.00 horas. Esa decisión, apuntaba ayer el patrón mayor de Cambados, será tomada por los marineros "a pie de puerto, poco antes de salir, pero si vemos que las condiciones meteorológicas son iguales o peores, muy pocos nos vamos a arriesgar a sufrir un golpe de mar de camino hacia los bancos marisqueros en los que estamos trabajando".