La comunidad de aguas de la parroquia vilanovesa de András ya respira tranquila. Las últimas semanas de precipitaciones han permitido que el caudal del pozo que suministro a más de 150 viviendas de la parroquia se encuentre al máximo de su capacidad, garantizando un suministro que estuvo en riesgo en los días previos a fin de año.

Así lo reconocían ayer desde la comunidad de aguas que, al comprobar que la lluvia ha vuelto a revivir los manantiales que surten su suministro, han decidido levantar todas las restricciones que habían aplicado desde el pasado mes de septiembre, viéndose obligados a recurrir al respaldo de la Mancomunidade de O Salnés ante el temor de que se secasen los manantiales que llevan años gestionando y que nunca habían dado un problema hasta el pasado año. De hecho, los principales problemas, lejos de registrarse en la etapa estival, tuvieron lugar durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, lo que llevó a la comunidad de aguas a limitar el consumo a los 400 litros diarios por vivienda.

En esas restricciones también entraba la imposibilidad de efectuar regadíos o cualquier otra actividad que supusiese un excesivo consumo de agua, bajo la advertencia de sancionar a los infractores. Todos aquellos que no cumplieron con las restricciones, al menos dos casos diferentes, vieron como la directiva de la comunidad les abría un expediente por su falta de solidaridad con los vecinos.

Además de las restricciones que se aplicaron, la comunidad de aguas tuvo que recurrir a la Mancomunidade de O Salnés, primero con la utilización de cisternas que aportaron más de 50.000 litros de agua al depósito de cola, situado en las faldas de Lobeira, y después, acometiendo una conexión de urgencia entre la red mancomunada y las viviendas más próximas al casco urbano vilanovés. El resto no pudieron conectarse al encontrarse en un nivel superior a los bombeos de la red. Esas medidas dieron un importante respiro a las viviendas afectadas, que estuvieron muy cerca de quedarse sin agua, al verse reducida la capacidad del pozo de suministro a menos de la mitad de su caudal.

La comunidad de aguas de András fue creada por los propios vecinos para garantizar el suministro a la práctica totalidad de las viviendas de la parroquia.

Esta entidad aprovecha los manantiales que existen en Monte Lobeira, captando el agua y acumulándola en un pozo situado en las inmediaciones de la principal pista de acceso a esta atalaya de la ría de Arousa, desde donde se reparte a todos los usuarios.