Después de una noche de mucho trabajo, repartiendo regalos por todas las casas de los niños, los Reyes Magos aún retrasaron unas horas el momento de irse a dormir, y acudieron a las 11 de la mañana a la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Arealonga (Vilagarcía) para participar en una recepción con los niños. Una vez más, y como ya habían hecho la tarde anterior en la Cabalgata, conversaron con los más pequeños, antes de despedirse de ellos hasta el año próximo. Niños y mayores pudieron disfrutar también del belén de grandes dimensiones que está montado en el local parroquial, junto a la iglesia.

Fuera, en la calle, los niños pudieron disfrutar de un día propicio para estrenar sus juguetes, puesto que no llovió y la temperatura fue suave. Así que se vieron muchas bicicletas, patinetes y balones.