- ¿Y cómo se organiza el día para atender a sus quehaceres como madre, esposa y profesora?

-Ahora mismo los niños con seis años están en una edad que necesitan mucha atención por las actividades escolares. Entro a las 7.30 a trabajar y ellos a las 8. Comemos en el cole a las 12 del mediodía y la comida además es muy buena. Acabamos las horas de docencia sobre las 15.15, pero ellos se vienen a mi clase esa hora mientras yo acabo de corregir. El tener los niños en el colegio hace que tenga que trabajar mucho en mis tiempos libres para poder irnos pronto para casa. Luego tienen ballet, karate, equitación. Si queremos hacer algo fuera de casa con otros niños, por lo general, se tiene el recurso de las actividades extraescolares. La verdad que tienen unas agendas muy ocupadas con tanta actividad.

-¿Y qué es lo que más le gusta de Vilagarcía que no tiene en Londres?

-Las grandes ciudades no son lo más adecuado para una familia con niños. Lo que me gusta en Vilagarcía es que puedo ir andando a todas partes. Hay muchas cafeterías y la gente parece que está siempre de buen humor. Además siempre tienes a tus familiares para echarte una mano. Echo mucho de menos la familia, pero lo malo de Vilagarcía es que hay muy poco trabajo. ¿Volver?, es difícil. Mi marido trabaja en animación de cine y allí no existe un trabajo así. Aquí el trabajo es mejor, hay más opciones laborales y hay mejores sueldos. Lo único que faltaría en Inglaterra son más días festivos porque son muy contaditas las vacaciones y, por supuesto, un mejor tiempo.