El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hace algo de ejercicio todas las mañanas, antes de ir a trabajar o de pasar la mañana con su familia, cuando tiene un día de descanso. La lluvia, desde luego, no es para él una excusa. Y así ha vuelto a demostrarlo esta mañana, después de recorrer bajo un intenso aguacero los siete kilómetros de subida que separan Barrantes, en Ribadumia, del monasterio de Armenteira, ya en el municipio de Meis.
Durante todo el año pasado, Rajoy solo se abstuvo de hacer deporte por la mañana ocho días: cuatro en julio, cuando sufrió un lumbago durante los primeros días de sus vacaciones; otros tres en enero, a consecuencia de una infección vírica; y el último en agosto, después de los atentados terroristas de Barcelona.
De modo que la lluvia no iba a frenarle hoy. Eso sí, tanto él como su amigo José Benito Suárez, presidenta de la Autoridad Portuaria de Marín, y marido de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, estuvieron esperando a que amainase la lluvia.
Por eso salieron pasadas las 10 de la mañana, mucho más tarde de lo habitual en ellos. "Las predicciones meteorológicas decían a que a partir de las 10 dejaría de llover, y por eso esperamos", explicó Rajoy al término de la caminata, y tras reponer fuerzas en un bar de Armenteira. Ahora le quedan dos o tres días más en Galicia, para disfrutar del senderismo por la Ruta da Pedra e da Auga. El sábado ya estará en Madrid, para presidir la tradicional Pascual Militar del día de Reyes.
