La mejora de la seguridad vial en la PO-549 entre los términos municipales de Vilanova y Cambados conllevará la expropiación de terrenos a una quincena de propietarios, la mayor parte de ellos en el segundo de los ayuntamientos, donde se acometerá la actuación más importante. El proyecto, presentado el pasado martes por el responsable de Carreteras de la Xunta, Francisco Menéndez, contempla la construcción de una rotonda en los semáforos de Corvillón, a la altura del cruce de la PO-549 con las EP-9004 y 9005, así como la dotación de aceras en casi dos kilómetros longitudinales.

El objetivo de esta actuación es acabar con un tramo que se encuentra entre los considerados como de concentración de accidentes, por el alto volumen de vehículos que circulan por la zona a diario. Los afectados por la actuación tendrán hasta el próximo 8 de febrero para presentar alegaciones.

En concreto, los afectados son cinco propietarios en el término municipal de Vilanova y diez en el de Cambados, llevándose por delante las obras varios muros, pozos y cierres metálicos.

El anuncio de estas mejoras en la PO-549 han sorprendido a la formación En Marea que ayer no dudó en calificarla de "hipocresía política. Desde la formación que encabeza Luis Villares recuerdan que el anuncio realizado el pasado martes, in situ, por el responsable de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez es una propuesta de En Marea a través de una enmienda a los presupuestos autonómicos, la cual fue rechazada por los votos del Partido Popular en el gobierno.

En concreto, se trataba de la enmienda número 114, incluida en el capítulo de Infraestruturas e Vivenda, que formulaba el desvío de 500.000 euros para la construcción de una rotonda en la carretera PO-549, en un cruce que se encuentra entre los de mayor siniestralidad de la red viaria gallega.

"Comprobar que, semanas más tarde de ser rechazada la propuesta, la Xunta desvía 400.000 euros para la misma obra que descartó el PP durante el debate presupuestario es para En Marea otra muestra más del fariseísmo político al que nos tiene acostumbrados el equipo de Alberto Núñez Feijóo, empleando con frecuencia los recursos públicos y las instituciones para hacer política partidista en lugar de gobernar para la gente", explican desde la formación que lidera Luis Villares.