Las inspecciones realizadas por el Ayuntamiento de Vilagarcía han descubierto que un total de 102 propiedades que debían pagar el IBI urbano estaban tributando por el rústico, por lo que Ravella ha regularizado la situación para que sus titulares abonasen el impuesto que les corresponde. Este es el motivo del acusado descenso del padrón de la rústica, que ha pasado de 722 fincas en 2016 a 620 en 2017, según la información facilitada por el Concello.

Los recibos de este tipo de contribución apenas alcanzan el 1,8% del total, pues la urbana es mucho más común entre los contribuyentes. Prueba de ello es que este ejercicio se han emitido más de 33.000 recibos frente a los poco más de 600 de la rústica.

Con todo, la recaudación del IBI por los bienes rústicos ha experimentado un ligero incremento al pasar de los 164.090 euros del año pasado a 178.718 en 2017. Así, la media por recibo sale a 288 euros.

A su llegada a los mandos de Ravella, Alberto Varela decidió subir el tipo impositivo del IBI rústico, que se duplicó de un 0.30 en 2015 a un 0.70 en 2016. Este coeficiente también se aplicó también 2017 y se mantendrá sin cambios en 2018. Sin embargo en lo que respecta al IBI urbano (el que paga más gente), el gobierno socialista se ha decantado por una reducción progresiva desde el 0.60 de 2015 al 0.54 de 2018 (el gravamen en 2016 se situó en un 0.58 y en 2017 en un 0.55).

Por tanto, ¿por qué un encarecimiento de la rústica si la política del equipo de Varela va encaminada a una reducción de la presión fiscal a los ciudadanos? En su día, la concejala de Hacienda, Luz Abalo, aludió a "las desigualdades" existentes desde que en 2014 -coincidiendo con la revisión catastral- una sentencia del Tribunal Supremo ordenase que determinadas viviendas que pagaban el IBI urbano (con un tipo del 0,6) pasasen a tributar por el rústico (0,3). Esto originó que, por ejemplo, una casa de 700 m2 en una finca de 4.000 en Vilagarcía abonase un recibo de 1.186 euros en 2013, mientras que en 2014 era de 431, es decir, casi 700 menos. Con la subida del coeficiente al 0.70 "no van a pagar más que en 2013", garantizaba la edil socialista.

Pisos "versus" grandes chalés

Para el gobierno de Varela no es justo que pague más de contribución un piso "normal" del centro de la ciudad que un gran chalé del rural, por tanto la subida va enfocada a esas grandes propiedades del extrarradio del municipio. "A los propietarios de pequeñas parcelas, como de 500 o 1.000 metros cuadrados, apenas les va a afectar. Para ellos será una subida de 3 o 4 euros", auguraba el alcalde cuando dio a conocer el incremento fiscal.

Fuentes de su equipo aseguran que "a pesar de lo que se dice aún hoy sobre lo "desorbitado" de la rústica, el padrón apenas llega al 1,8% de los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles y no suma más del 2,5% de los ingresos". Es decir, que es un tipo de contribución muy minoritario.

En 2014 tributaban por este impuesto 512 propiedades. En 2015 el padrón aumentó a los 508 bienes rústicos y en 2016 a 722. Este espectacular incremento de más de doscientas fincas en un año se ha corregido en el actual ejercicio al retirar de la rústica un centenar de parcelas y pasarlas a la urbana.

En cuanto al índice de morosidad de este tributo, todavía no es posible conocerlo con exactitud porque el periodo de cobro voluntario todavía terminó hace unos días, lo que hace inviable aportar unos datos fiables de recaudación real.

En cualquier caso, suelen ser similares a los del IBI urbano, un impuesto del que se han cobrado en periodo voluntario un 88% de los 33.636 recibos El porcentaje restante se tramita por la vía ejecutiva.

En una reciente junta de gobierno local, el Ayuntamiento de Vilagarcía adjudicó a una empresa un servicio de colaboración en materia de inspección tributaria para "optimizar" la recaudación de impuestos mediante la revisión de los censos de las principales ordenanzas fiscales. Se trata de garantizar el cobro de los recibos impagados de los últimos años y por tanto de "acabar con la injusticia" de que unos paguen y otros no.

Para las personas que tienen serias dificultades económicas para hacer frente al IBI, el Concello ha habilitado una bolsa de ayudas de 90.000 euros que cubren el 80% del recibo hasta un máximo de 250 euros. El plazo de presentación de solicitudes todavía está abierto. Los beneficiarios deben haber pagado el impuesto previamente.