El Presupuesto de Vilagarcía de 2018 será "muy parecido" al de este año, cuando se situó en 27 millones de euros. Así lo avanzó ayer el alcalde, Alberto Varela, que se comprometió a negociar el documento económico más importante del Concello con todas las fuerzas políticas que prioricen "los intereses generales" de la ciudad, ya que otras se dedican a "desgastar al gobierno", espetó el regidor socialista.

El primer edil explicó que las cantidades "serán similares" a las del ejercicio en curso porque "si no aumentan los ingresos es imposible que crezca el Presupuesto". Y los ingresos se han frenado, sobre todo, debido a la congelación de impuestos que el ejecutivo socialista ha aplicado en la práctica totalidad de las ordenanzas para reducir la presión fiscal sobre los vilagarcianos. En 2018 incluso bajará el recibo del agua tras un reciente acuerdo plenario en el que se desestimó una reclamación de Espina & Delfín.

Aunque la previsión de Varela es llevar el Presupuesto a pleno lo antes posible -en enero-, por el momento el documento está muy verde, ya que todavía no han comenzado las negociaciones, ni con la oposición ni tampoco con los sindicatos, a los que el ejecutivo ha citado para después de Reyes.

El PSOE gobierna en minoría (con 8 concejales de 21) y necesita el apoyo de otros grupos para sacar adelante las cuentas. Las de 2017 se aprobaron gracias a los votos favorables del BNG y del edil no adscrito Miguel Alves, por aquel entonces todavía integrante de Esquerda Unida. Sin ir más lejos, ayer Alberto Varela les agradeció ese respaldo -sin nombrarlos explícitamente-, pues la aprobación del Presupuesto "no sería posible si no hubiese otras fuerzas políticas que lo apoyasen", y sin Presupuesto la gestión de un Ayuntamiento está muy limitada.

El alcalde espera que las reuniones puedan comenzar la próxima semana, ya que está pendiente de cuadrar agendas" con los portavoces que no están liberados y que por tanto "no trabajan 24 horas para el Concello como nosotros", precisó el regidor. "Me sentaré a hablar con todos los grupos individualmente para abordar sus propuestas y después habrá una reunión conjunta", agregó el mandatario municipal, sin olvidarse de recordar a la oposición que piense "en los intereses generales para Vilagarcía".

Un millón para invertir

En relación a las inversiones, el último Presupuesto -aprobado en marzo de 2017- recogía un préstamo de 1,2 millones de euros. Preguntado por la posibilidad de volver a recurrir a esta fórmula para ejecutar obras en la ciudad, Varela no la descartó, si bien precisó que "es un poco pronto" para tomar una decisión al respecto.

Es cierto que la economía de Ravella ha mejorado, de hecho en el último pleno del año que se celebra la próxima semana se cancelará el Plan de Ajuste tres años antes de lo previsto, pero los gastos fijos y la imposibilidad de aumentar el Presupuesto por el estancamiento de los ingresos dejan poco margen para reforzar el capítulo de inversiones. Por el momento el único aspecto desvelado hasta el momento es que se priorizarán las obras de accesibilidad, en palabras de la concejala de Urbanismo, Paola María Mochales.

Durante el año que está a punto de terminar Varela manejó unas cuentas de 27 millones de euros, en las que se reservaron cinco para gastos de carácter social (becas para estudiantes, bolsa de ayuda para pagar el IBI a las personas con pocos recursos, ayudas de emergencia social, para el abono de la hipoteca, etc.).

Las inversiones superaron los 1,8 millones de euros, de los cuales 1.250.000 euros procedían de un préstamo bancario.

Al importe del crédito se sumaban los 388.600 euros de fondos propios que Ravella consignó para inversiones y la reorientación de 222.000 euros que no ejecutara en 2016 a través de una modificación de crédito.

Además de los fondos propios, Vilagarcía contará con 2.411.533 euros del Plan Concellos de la Diputación, que pasa a ser bianual, por tanto esta financiación se ejecutará entre 2018 y 2019.