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Las ayudas de la Xunta excluyen a parroquias con poco monte vecinal como las de Vilagarcía

El Concello estrenó este año con 84.000 euros las subvenciones a las comunidades para limpieza y formación - Está en marcha un primer curso de motosierra con 15 alumnos

El instructor del curso, Xabier Loureiro, durante el curso de formación forestal ayer en montes comunales de Zamar (Rubiáns). // Iñaki Abella

Las comunidades de montes de Vilagarcía se reunirán próximamente para intentar solventar las dificultades existentes para acceder a las ayudas que acaba de convocar la Xunta para este tipo de entidades. Según el presidente de los comuneros de Rubiáns, Xurxo Abuín, la mayoría de las comunidades vilagarcianas -a excepción de Cea y Bamio, que son más grandes- tienen menos de 80 hectáreas de terreno, mientras que la administración autonómica exige un mínimo de 100 para poder optar a las subvenciones. Aún en el caso de que los colectivos aspiren a los fondos de la Xunta de forma mancomunada, "será difícil conseguirlos", admitió Abuín.

El presidente de los comuneros de Rubiáns y de la Mancomunidad de comunidades de montes de Vilagarcía considera que con la convocatoria publicada esta semana la Xunta demuestra "desconocer la realidad de las comunidades de montes", que de un tiempo a esta parte han incrementado notablemente su actividad.

De hecho el Concello de Vilagarcía puso en marcha ese año por primera vez una línea de ayudas para limpieza del monte y formación forestal dotada de 84.000 euros. Fue una de las exigencias del BNG para aprobar el Presupuesto socialista de 2017.

Bamio y Loenzo ya cobraron la subvención, mientras que las de las asociaciones que componen la Mancomunidade se aprobarán en la junta de gobierno del próximo lunes, según apunta el concejal de Medio Rural, Lino Mouriño, que ayer acudió a Zamar (Rubiáns) con el alcalde Alberto Varela para asistir al primer curso forestal que se financia con dinero municipal.

Por cuestión de tiempo se organizó uno de 45 horas (35 de ellas prácticas), si bien la intención de Mouriño es convocar actividades formativas más amplias en 2018 (de más de 200 horas) y con mayor agilidad para que en primavera ya puedan impartirse y los montes estén preparados para el verano, cuando aumenta el riesgo de incendio.

Y es que además de formarse en el manejo de la motosierra y la motodesbrozadora, al mismo tiempo los 15 alumnos de este primer curso -al que aspiraban 23 personas- limpian el monte.

Salidas laborales

El instructor, Xabier Loureiro, destacó que en el mercado laboral se buscan motoserristas y que Galicia es un buen lugar para este oficio, pues nuestra comunidad "produce el 50% de la madera de todo el Estado español". Los alumnos podrán buscar empleo en empresas agrícolas, comunidades de montes, empresas de podas, de tratamientos silvícolas, paisajismo, jardinería, etc.

El presidente de los comuneros de Rubiáns, Xurxo Abuín, ha sufrido en primera persona "la dificultad de encontrar a un motoserrista". "Llevamos meses y es casi imposible", precisó. No se olvidó Abuín de elogiar al gobierno de Varela por "preocuparse por el monte" y por convocar unas ayudas que "marcan un antes y un después". "Que esté el monte limpio no es casualidad", dijo.

Por su parte, el alcalde echó de menos por parte de la Xunta "colaboración" en la materia y "que se tome en serio" la política forestal. "Que no solo se acuerde de ella cuando hay que apagar un fuego", añadió Mouriño.

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