La corporación municipal de Vilagarcía decidió ayer, por unanimidad, desestimar la alegación de la empresa concesionaria del servicio de suministro de agua, Espina y Delfín, y aprobar definitivamente las nuevas tasas por este servicio a partir del 1 de enero de 2018. Los precios bajan en todos los conceptos (domiciliario, industrial, comercial y de obras), al desaparecer el porcentaje de amortización de inversiones que se aplica hasta este año.

La sesión plenaria extraordinaria se celebró de forma excepcional en horario de mañana y, además del acuerdo de aprobación definitiva de la ordenanza reguladora del precio del agua, incluyó la toma de posesión de Manuel Méndez Varela como nuevo concejal del grupo del Partido Popular, en sustitución de Tomás Fole Díaz que dimitió y de la siguiente de la lista Mónica Miguéns, quien renunció a asumir como concejala por ser incompatible con su trabajo como empleada del Concello.

Méndez Varela fue concejal en la etapa anterior de la corporación municipal de Vilagarcía cuando gobernaba el Partido Popular. Ayer el nuevo edil estuvo arropado por sus compañeros de la actual ejecutiva del PP, así como otros militantes, incluido Tomás Fole.

Tras jurar el cargo, se incorporó al grupo municipal del PP y continuó la sesión plenaria extraordinaria para abordar la alegación de la empresa concesionaria del servicio del agua contra la aprobación inicial de la modificación de la ordenanza que rebaja el precio del agua.

La concejala de Hacienda, Luz Abalo, fue la encargada de explicar la postura del gobierno municipal socialista en base a los informes técnicos que indican que la tarifa tiene dos componentes: el precio del agua y el porcentaje de amortización de obras. Recordó que estas obras comenzaron a amortizarse en 2005 por el plazo de doce años, por lo que la inversión acaba de recuperarse en el actual ejercicio económico, por lo que no puede seguir aplicándose el porcentaje de amortización a las tarifas a partir del próximo año.

Todos los concejales coincidieron en apoyar esta propuesta basada en los informes de los servicios técnicos municipales. En base a ella, el precio del agua de uso doméstico pasa de 0,42 euros por metro cúbico a 0,31 euros. Para uso comercial e industrial pasa de 0,50 a 0,38 euros y para obras de 0,51 a 0,40 euros el metro cúbico.

Los concejales de izquierdas plantearon al gobierno local que el servicio debería remunicipalizarse. Así lo expusieron el edil no adscrito Miguel Alves y el portavoz del BNG Xabier Ríos. Con esta apreciación coincidió el portavoz de Esquerda Unida, Jesús López, quien añadió que "esto pasa cuando lo servicios municipales están en manos privadas, porque las empresas buscan su mayor rentabilidad". López también recordó que la prórroga a la concesionaria por el plazo de 20 años, cuando lo legalmente establecido eran prórrogas por cinco años, fue "vender" este tiempo a cambio de una inversión de 1,3 millones de euros.

La concejala portavoz del Partido Popular, Elena Suárez, también mostró su apoyo a la propuesta del gobierno de desestimar la alegación de Espina y Delfín y aprobar definitivamente la ordenanza con una reducción del precio del agua, pero reprochó a los socialistas el gasto de casi 7.000 euros en dos plenos extraordinarios con sus correspondientes comisiones informativas para que las ordenanzas fiscales modificadas puedan entrar en vigor el 1 de enero. Suárez pidió al gobierno socialista más coherencia y más gestión, y recibió como respuesta de la concejala portavoz del PSOE, Tania García, y de alcalde, Alberto Varela que el PP cuando gobernaba en el Concello también convocó plenos extraordinarios, incluso con mayoría absoluta.