La lotería de Navidad tiene sus propias liturgias. Es muy habitual, por ejemplo, que haya una gran demanda de los números terminados en las últimas cifras del año en curso (en esta ocasión, 17), tanto por la terminación del año en sí como porque buscan un décimo con una fecha determinada, como el nacimiento de un familiar o una boda.

Pero este año también han hecho furor los décimos terminados en 5 y, más concretamente, en 155, debido al artículo de la Constitución que ha aplicado el Gobierno central para intervenir la Generalitat de Cataluña. Carlos Cores relata que "vino mucha gente preguntando por el 00155, pero ya no estaba a la venta ni en máquina". Él tenía la terminación 55, y explica que en cuanto Mariano Rajoy anunció la aplicación de esta medida en Cataluña, "los décimos se vendieron a pares".

Sergio Calderón, de la administración del centro comercial Arousa, apunta a su vez que recibió una llamada por teléfono de un hombre de Madrid, con una voz muy grave. Preguntaba por un número terminado en 5 (Calderón ya no recuerda exactamente cuál era), y el lotero le dijo que lo había tenido a la venta pero que ya no le quedaba ninguno. "Entonces me dijo que me quedase muy claro en la cabeza que ese era el número que va a tocar este año". Si la profecía se cumple, habrá vendido 10 papeletas.

En esta administración vilagarciana sí tuvieron un billete entero de la terminación 155, "y en cuanto el Gobierno aplicó el artículo lo vendimos en dos o tres días". Otras terminaciones que suelen gustar mucho son la 13 o el 69. Y la coincidencia de fechas especiales hará que el próximo la gente remueva Roma con Santiago para hacerse con un 18.

Aunque en general, como afirma Carlos Cores, "suelen gustar más los números impares que los pares". Se lleva la palma el 13, que es una pieza muy difícil de conseguir.

Cada vez se venden más décimos de máquina, aunque "la gente lo coge solo si no le queda más remedio", explica Manuel Núñez. La mayoría de los consumidores recurren a ese tipo de boletos cuando están buscando un número concreto.

María Eugenia Breijo señala a su vez que "la tradición del décimo de toda la vida aún sigue. La gente lo prefiere, y más aún si lo va a regalar, porque no es lo mismo regalar un décimo con su color y su tipografía que un papel blanco de máquina".

El anuncio de Navidad

El anuncio de televisión del Gordo es todos los años un asunto de debate. Este año lo ha realizado uno de los mejores cineastas españoles, Alejandro Amenábar, pero no parece haber levantado las pasiones. "Es muy bonito visualmente, pero creo que ha quedado un poco soso, que le falta chispa".