Los técnicos tardaron un tiempo en empezar la prospección del terreno, puesto que primero fue necesario calibrar la máquina, que es un proceso laborioso. Posteriormente, comieron ya unos bocadillos en Cálago para aprovechar al máximo las horas de sol y los momentos sin lluvia, pues con precipitaciones no pueden trabajar. De hecho, es probable que hoy no acudan a Vilanova debido a la previsión de lluvia.

El proyecto contempla que se va a realizar una prospección de una hectárea de terreno, y durante la jornada de ayer se cubrió una superficie de entre el 15 y el 20 por ciento.

Aunque los trabajos los está desarrollando el grupo de investigación Aquasol de la Universidad herculina, cuentan también con la coordinación y el apoyo de la empresa Estela Arqueología e Patrimonio, que acometió las catas de septiembre pasado. Esta firma será la que posteriormente redacte el proyecto de actuación. También la historiadora vilanovesa Alicia Padín está trabajando en esta iniciativa del Ayuntamiento arousano por poner en valor el patrimonio local. Tanto ella como el alcalde, Gonzalo Durán, y el concejal delegado de Cultura, Javier Tourís, asistieron durante la mañana de ayer al comienzo de los trabajos con el equipo de georradar.

El Concello cuenta para este proyecto con el apoyo de la Consellería de Cultura de la Xunta, que financia la actuación con 10.500 euros.

El terreno a estudiar se ha delimitado con estacas, y la máquina ha de realizar numerosas pasadas en cada cuadrícula, puesto que el área de acción de las ondas es de unos pocos centímetros de ancho en cada ocasión.