El cambadés condenado por narcotráfico Laureano Oubiña, y la presidenta de la asociación antidroga Érguete se verán finalmente las caras en el juzgado de Vilagarcía el 16 de enero próximo.

La vista estaba inicialmente prevista para el martes pasado, día 5, pero se aplazó debido a una baja médica de la juez. La nueva fecha propuesta es para poco después de las fiestas de Navidad.

Laureano Oubiña Piñeiro reclama a Avendaño una indemnización de 150.000 euros por unas supuestas injurias vertidas por la activista antidroga contra el antiguo capo arousano.

Los hechos que se van a analizar en los juzgados de Vilagarcía sucedieron a principios de este año, durante una intervención televisiva de Laureano Oubiña. En el transcurso de la entrevista, el espacio introdujo una conexión telefónica con Avendaño.

Ésta se dirigió a Oubiña, y le espetó que se sabía que había comerciado con otras drogas diferentes del hachís. Esta afirmación causó la reacción del cambadés, que recuerda una y otra vez que las únicas condenas que le impusieron por tráfico de estupefacientes fueron por cannabis.

El histórico capo, que actualmente disfruta de libertad condicional por una condena de blanqueo de dinero, considera que las declaraciones de Avendaño fueron injuriosas, de ahí que le reclame ahora una indemnización de 150.000 euros.

La presidenta de Érguete, por su parte, recordó en ocasiones anteriores que el tabaco -al que también se dedicó Oubiña antes de la irrupción de los estupefacientes- tiene igualmente la consideración de droga.

Laureano Oubiña y Carmen Avendaño son antagonistas desde la década de los 90. La segunda fue una de las madres contra la droga que se apostaron frente al pazo de Baión durante la operación Nécora, cuando Baltasar Garzón sobrevoló en helicóptero la emblemática propiedad de Oubiña.

Posteriormente, cuando el Estado le vendió el pazo y la finca a la cooperativa vitivinícola Condes de Albarei, se organizó un acto simbólico de acceso a la propiedad, y fue Carmen Avendaño quien abrió el pesado portalón.

En su día, la segunda esposa de Oubiña, la ya fallecida Esther Lago también denunció a Avendaño por el presunto robo de un pendiente de diamantes, que se habría producido en el transcurso de una trifulca. En ese caso, Avendaño salió impune pues se demostró que no había participado en una supuesta pelea entre Lago y otras activistas antidroga.