Hacía tiempo que no veíamos llover como lo hizo ayer, con precipitaciones abundantes y persistentes que si bien dejaron pequeñas treguas a lo largo de la jornada, regresaban con fuerza. El récord en la comarca lo batió Armenteira (Meis), con 102,6 litros por metro cuadrado, según los datos de Meteogalicia.

Pero el primer temporal del otoño, bautizado como "Ana", dejó en la comarca de Arousa no solo intensas lluvias, sino también ráfagas de viento que superaron los 90 kilómetros por hora y provocaron desprendimientos en algunas carreteras, derribaron contenedores, carteles y también ramas y árboles enteros.

El municipio con más problemas fue Vilagarcía, con cerca de medio centenar de incidencias a lo largo de todo el día gestionadas y solucionadas por el Servizo Municipal de Emerxencias e Protección Civil, que estuvo reforzado con tres equipos de trabajo formado por un total de nueve efectivos.

Entre sus intervenciones destacan la de una vivienda inundada en Sobrán, otra en Vilaboa y dos en la urbanización de O Rial, donde también se anegó la rúa Xesta. También se inundaron unas naves ubicadas en la entrada al Hospital do Salnés, así como la avenida Rosalía de Castro, la calle Ramón y Cajal (que une Rey Daviña con la Praza de Ravella), Muiño Novo (en A Laxe) y Magnolio (en Trabanca Badiña). Debido a la acumulación de agua fue necesario cortar al tráfico la Rúa do Vimbio (en Fontecarmoa), la avenida López Ballesteros debajo del puente, la Rúa Xunqueira y avenida de Matosinhos. Hubo un desprendimiento de piedras en un talud de Rubiáns, en el tapiado de una antigua conservera de Vilaxoán, una malla de un andamio suelta en Rodrigo de Mendoza y una tubería rota con pérdida de agua en Pasaje Ricardo Caamaño.

Horas centrales del día

El temporal fue más virulento a las horas centrales del día. De hecho la mayor concentración de incidencias tuvo lugar entre las 13.00 y las 15.00 horas. Pese a la alerta roja prevista a partir de las 18.00 horas, por la tarde apenas llovió, aunque al caer la noche el viento volvió a soplar con fuerza y las precipitaciones regresaron en ingentes cantidades, ocasionando nuevas bolsas de aguas en las carreteras que dificultaron el tráfico en una jornada dominical en plena operación retorno del puente de la Constitución.

Con todo, la circulación en la comarca no fue especialmente densa, ya que los avisos por las alertas de viento y lluvia en esta primera ciclogénesis explosiva del otoño recibieron una importante difusión por parte de las administraciones y también de la opinión pública. De hecho el Ayuntamiento de Vilagarcía cerró al público los parques de la playa Compostela, de A Coca y el Enrique Valdés Bermejo (más conocido como O Castriño) debido a los árboles de gran porte que albergan. Una de las caídas de ejemplares más importante se produjo ayer por la noche en O Rial, donde un eucalipto se desplomó sobre la carretera PO-549, obligando a cortar la circulación.

Domingo sin partidos

Además de las medidas en los parques, también se suspendió toda la actividad deportiva. Aunque en un principio solo estaba previsto anular los partidos al aire libre a partir de la cuatro de la tarde, el Arousana-Valladares -en horario matutino- se canceló en el minuto 66 debido a las persistentes lluvias y al fuerte viento que soplaba en el campo municipal de A Lomba, donde el balón casi ni podía rodar por la acumulación de agua en el terreno de juego. Asimismo, se suspendieron los actos también a cubierto, en los auditorios, por lo que el festival benéfico del centro Begoña Fontán en favor de la Protectora de Animales de Vilagarcía fue aplazado.

En los demás municipios de la comarca se registraron incidencias menores, como ramas desprendidas, contenedores rodando por las carreteras, bolsas de agua en las calles, etc. En O Grove, cayó un árbol en la remozada calle Castelao y otro en Reboredo que fueron retirados por Emergencias. También en Meis se desprendió otro ejemplar junto a la rotonda de Mosteiro.

Aunque el primer temporal del otoño puso en alerta a toda la comarca de O Salnés y anegó viviendas y calles con lluvias copiosas, la jornada de ayer no fue tan catastrófica como muchos preveían.

Quizá la sequía sin precedentes que lleva sufriendo Galicia en estos últimos meses en los que prácticamente no ha llovido haya influido en que tanto las autoridades como la población en general se hayan alarmado con la llegada de "Ana". Y es que muchos ya no recordábamos lo que era un temporal de invierno.