La lluvia y la atmósfera baja irrumpió en el "VI Torneo Galicia-Salnés" provocando la condensación de la cancha de los pabellones de Coirón-Dena y Baltar-Portonovo, donde se disputaba esta competición deportiva organizada por la Federación Gallega. Ello obligó a que las jornadas de la tarde del jueves, toda la de ayer viernes y dos de las finales de hoy sábado se desplacen a los pabellones de O Grove, que no acusan estos problemas de condensación.

Y es que este mal, endémico en muchas canchas de Galicia en invierno, impide con la llegada de mal tiempo la actividad deportiva en diversos pabellones dado lo resbaladizo de las pistas que se vuelven impracticables con el consiguiente riesgo de caídas y lesiones. En el viejo Monte da Vila en O Grove el problema de condensación que arrastraba desde hacía años se subsanó en 2009 disponiendo cuatro cañones de aire caliente cuyo coste rondó los 2.000 euros.

Problema similar padecía el pabellón de Guillán en Vilagarcía, lo que llevó al concello a adquirir tres deshumidificadores industriales por un importe de 3.738 euros, similares a los equipos del complejo de Fontecarmoa, con el objeto de reducir la humedad ambiental que generaba la condensación en invierno. Precisamente, el pabellón más grande de la comarca, el central de Fontecarmoa, también sigue acusando año tras año problemas de humedades. Sin ir más lejos en la tarde del pasado jueves los entrenamientos allí realizados, entre ellos los del Kemegal Cortegada, se vieron condicionados por lo resbaladizo de la superficie.

Obras ineficaces

En Coirón el gobierno local, por recomendación técnica, invertía hace ahora justo un año 31.162 euros, de ellos 20.000 aportados por la Xunta y los 11.162 restantes por el concello, para realizar unas obras que se preveía iban a acabar con el problema. Dichas obras conllevaron el disponer tres grandes ventiladores mecánicos en la parte alta de una de las cabeceras, y practicar tres salidas de aire en la cara opuesta a fin de crear una corriente de aire continua, cada vez que se encendiera la ventilación mecánica.

La propia Secretaria Xeral para o Deporte, Marta Míguez más la alcaldesa Lourdes Ucha, inspeccionaban en enero de 2017 las obras recién finalizadas. Pero apenas unas semanas después se puso en evidencia la ineficacia de la actuación, por cuanto con la atmósfera baja reaparecía la condensación obligando ya entonces a suspender los partidos de alguna jornada de los equipo del Asmubal.

A raíz de las críticas de la oposición por la ineficacia de las medidas aplicadas, el gobierno local explicó en su día que era un problema común al de muchos pabellones de Galicia y que la única solución real pasaba por dotar de calefacción a toda la instalación, lo que supondría un coste inasumible para el concello meañés. Sobre la posibilidad de usar cañones de aire caliente, tal y como le sugirió entonces la oposición, el edil José Ramón Gondar precisó que "ya se testó el uso de estos cañones hace un tiempo en el pabellón de Xil, y constatamos que esa solución aún agravaba más el problema".

No obstante, desde la Federación Gallega se relativiza del problema. "La condensación -afirma el vicepresidente Bruno López- es un problema general por el clima que tenemos en Galicia. Desde la Federación sólo tenemos palabras de agradecimiento a Meaño y a la alcaldesa porque, si tantas cosas vienen para Meaño, es porque este concello se está volcando con este tipo de iniciativas".