Pablo Pérez posee a sus espaldas una extensa trayectoria como músico. Su vocación por el mundo de la guitarra le llevó un día tomar la determinación de irse a Madrid y apostar por su talento. Sus trabajos con bandas internacionales tienen una crítica inmejorable. Su éxito más reciente es la gira realizada con Fuel Fandango.
-Acabas de terminar una gira internacional con Fuel Fandango, ¿qué tal la experiencia en el Aurora Tour?
--Tremendamente positiva. Hicimos un montón de países y muy bien. Empezamos en abril de 2016 y fueron casi dos años de vueltas con cerca de noventa conciertos.
-No ha sido su primera gran gira por el mundo.
-Ya había girado con otras bandas de The Bell Rides, que son americanos, con otra banda que se llama The Right Ons.. Ha habido muchos conciertos en todos estos años y muchas experiencias.
-Con Fuel Fandango la gira ha sido muy exigente por lo que parece.
-Muchísimo. Hemos estado tocando en países como Australia, Inglaterra, Finlandia, Islas Azores, Alemania? Es muy cansado pero está muy bien ver como la gente reacciona a una banda que no escuchan en su país. La gente es súper respetuosa con la música. Además hay muy buen rollo en la banda y es algo de lo que disfrutamos. Es muy enriquecedor formar parte de una experiencia así. También es verdad que el publico no reacciona igual el de Helsinki que el de Madrid, pero eso no quiere decir que no le guste lo que está viendo. La manera de interactuar es diferente, pero el gusto musical está ahí.
-El colofón al "Aurora Tour" fue a lo grande. En Madrid y delante de 5.000 personas.
-Con este disco hicimos tres fechas en Madrid. Estuvimos primero en La Riviera y en Circo Price, que son dos salas muy reconocidas en Madrid, y para cerrar la gira estuvimos en el Wizink Center y todo muy bien. Lleno de gente y fue un concierto que salió muy bien y muy emotivo porque era el último después de muchos meses muy intensos. Me llevo un recuerdo increíble de ese concierto.
-Eso de estar en el escenario del Wizink Center, donde solo suben las grandes figuras nacionales y mundiales, debe ser una buena sensación. ¿Cómo fue la suya?
-No tanto por el lugar sino porque sabes que hay mucha gente que tiene ganas de ver ese concierto. Había más la impaciencia que tienes por tocar que el peso que tiene el que, por ejemplo, solo una semana antes haya tocado allí Jamiroquai. Obviamente te hace ilusión, pero es más una cuestión de contentar a tanta gente que del sitio en donde lo haces.
-Además estás involucrado en más proyectos musicales.
-Lo más próximo que tengo es que a finales de enero sacaré un disco con Manu Piñón con una banda que se llama Laredo. Nos ha sido complicado encontrar fechas para grabar, pero el disco ya está hecho y lo vamos a sacar el 29 de enero. Y a partir de ahí empezaremos los bolos con Laredo. Además hemos grabado en castellano que es algo que me apetecía bastante. Y luego tendré que buscar el hueco para terminar el segundo disco de Lisa and The Lips, que es una de las bandas de la que formo parte. Está siendo complicado porque los otros dos de la banda viven en Los Angeles. Además tocarán más bolos en Madrid con mucha gente diferente. En algunos soy guitarrista en otros bajo y teclas toco también. Se puede decir que soy un músico freelance y luego tengo mis proyectos personales como Laredo y Lisa and The Lips. Me encanta tocar con diferentes estilos, aunque me muevo principalmente en el soul-rock.
- ¿Son buenos tiempos para los trabajadores de la música?
-Lo son a nivel artístico, hay muchas iniciativas, pero a nivel profesional es muy duro. Llegar a fin de mes haciendo bolos no es fácil. Es muy complicado ser autónomo, es casi insostenible. Además no nos lo ponen fácil. Hay un montón de cosas que van saliendo, pero como profesión no es nada fácil. Hay mucha inseguridad porque no sabes lo que vas a ganar dentro de un año y no puedes planificar nada.
