Un reducido grupo de vecinos de Meis iniciaba en 2012 una experiencia singular, como era la cría de gallos de corral para venderlos en las vísperas de Navidad, como hacen en Vila de Cruces o Vilalba. La experiencia cuajó, y el próximo 22 de diciembre el Campo da Feira de Mosteiro acogerá la sexta edición de un mercado al que ya ha acudido gente de Vigo y Ordes, en la provincia de A Coruña, para hacerse con un ave.

Esto año son 12 los criadores que llevarán los gallos a Mosteiro, ya sacrificados y limpios. Cada uno tiene la obligación de llevar un mínimo de cuatro ejemplares, pero en la práctica casi todos llevan muchos más. En la feria de hace un año, por ejemplo, se pusieron a la venta un centenar de piezas.

Los gallos de Meis son criados durante nueve meses en un régimen de semilibertad. ya que durante el día salen a la huerta y se alimentan del grano y la verdura que les proporciona los criadores. El resultado es una carne con muy poca grasa, muy suave y de gran sabor. Los criadores deben estar haciéndolo bien, pues su mercado no para de expandirse. "Unos turistas de Pamplona estuvieron aquí en verano, y después de probar el gallo de uno de los criadores ya se lo han pedido para Navidad", explica la presidenta de los vecinos que han apostado por esta actividad, Dolores Dios.

Las aves de Meis también han llegado ya a Madrid o Alicante. En Galicia cuentan igualmente con algunos clientes muy fieles.

10 euros el kilo

Las piezas que se pongan a la venta en la feria tendrán el mismo precio: 10 euros el kilo. El peso varía, y va desde los algo más de tres kilos hasta los seis. Sobre el precio, Dolores Dios manifiesta que "es el mismo que el año pasado. Ya estuvo más caro, pero tuvimos que bajarlo por la crisis. A la gente que compra le parece caro, pero hay que pensar que estamos criando y alimentando a los gallos durante nueve meses seguidos".

Los criadores de Meis también dan la opción de encargar las piezas que quiera cada cliente llamando antes por teléfono, y pasar a recogerlas después el día del mercado a Mosteiro. Eso sí, los que no vayan con reserva no deberían dejarlo para última hora, pues el interés por estos animales va en aumento. "El año pasado a las dos de la tarde ya solo nos quedaban dos gallos por vender", remacha.