Cuatro miembros de una misma familia de Mosteiro (Meis) pasaron la madrugada del lunes ingresados en el hospital tras sufrir una intoxicación por monóxido de carbono en el interior de su casa. Se trata de la pareja, de 40 años el varón y 38 la mujer, y de sus dos hijos, de 15 y 9 años.

Todos ellos han recibido ya el alta y pudieron regresar a su domicilio a primera hora de la tarde de ayer. Pero aún están intentando sobreponerse al susto, pues el escape de gas a punto estuvo de costarles la vida.

Los hechos sucedieron sobre las 23.00 horas del domingo. La madre cuenta que "estábamos los cuatro en casa, y sucedió todo muy rápido". Al parecer, empezaron a sentir todos más o menos al mismo tiempo los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono, aunque la que peor se puso fue la niña. Al sentirse indispuesta, ésta salió de su habitación y fue a la de su madre, que se encontraba en cama. La menor le contó que se encontraba mal, y la madre, que también sufría en ese momento de una fuerte jaqueca, le pidió que fuese junto a su padre. Al darse la vuelta, la niña ya se desplomó.

Acto seguido, los padres llamaron al 061. Cuando llegaron los técnicos sanitarios, ordenaron la evacuación en ambulancia de los dos niños y de la madre. Dado que todos presentaban síntomas de intoxicación por monóxido de carbono, desde el 061 llamaron a los bomberos para que realizasen una medición de gases. Cuando estos llegaron, el explosímetro arrojó un nivel de contaminación inusualmente alto.

Los menores fueron trasladados al Hospital Provincial de Pontevedra, que es el que tiene el área de Pediatría. El padre acudió hasta allí en su coche particular, pero al llegar al centro sanitario los médicos le hicieron unas analíticas, y también dio positivo en intoxicación, por lo que también se ordenó su ingreso hospitalario.

Así, la niña y la madre quedaron ingresadas en el Provincial, mientras que el adolescente y su padre fueron derivados a Montecelo. Todos ellos recibieron el alta a media mañana de ayer, y pudieron regresar a casa.

La mujer admite que lo que les hizo coger el teléfono para pedir ayuda fue que la niña perdiese la consciencia, porque hasta ese momento "teníamos síntomas todos, pero no pensábamos que fuese un escape de gas", pues no se notaba un olor especial.

Causas del siniestro

Por el momento no están claras las causas del siniestro. Los bomberos señalan que este tipo de concentraciones de gas suelen producirse por la mala combustión de gas del aparato, lo que produce que el butano salga al exterior. Sin embargo, la madre sostiene que "la estufa estaba apagada y desenchufada", lo que haría suponer que el gas salió directamente de la botella, que guardaban en una habitación que usan para almacenar cosas.