En invierno son habituales los incidentes con aparatos domésticos de calor. El 112 y los servicios de emergencias no se cansan de repetir que es necesario vigilar periódicamente este tipo de equipos, para evitar sustos derivados de la mala combustión del gas o un cortocircuito eléctrico.

Se da la circunstancia de que existe una regulación que estipula la obligatoriedad de revisar periódicamente las instalaciones de las cocinas, pero esto no sucede con los aparatos de calor, como los braseros, las estufas o los radiadores portátiles.

Por ello, los servicios de emergencias recomiendan revisar estos aparatos al menos con la misma periodicidad que las cocinas. De ese modo, se reducirán los riesgos de accidente. Otro consejo que se da es observar de vez en cuando la coloración de la llama que producen las estufas de gas. Si es azulada, significa que el aparato está quemando correctamente; si, en cambio, es roja, está funcionando mal. En ese caso, el riesgo es mucho mayor para quien los usa de noche.