El desplome de las temperaturas afecta a todos los ciudadanos, pero los indigentes son especialmente sensibles. Por ello, las organizaciones no gubernamentales de Vilagarcía se ven obligadas estos días a potenciar su ayuda a estas personas. Por ello, aumentan el reparto de prendas de abrigo, incluyen más comidas calientes en los menús, o abren antes sus instalaciones para que los "sin techo" no tengan que pasar tanto tiempo a la intemperie.

El presidente de la Cruz Roja, Alfonso Gallego, afirma por ejemplo que una de las medidas que se ha adoptado a raíz de la ola de frío ártico es abrir el albergue de transeúntes de la calle Juan Carlos I a las 20.30 horas (media hora antes de lo habitual), y permitir la presencia en el mismo hasta las 9.30 horas, lo que supone media hora más que el resto del año.

Alfonso Gallego señala que "a día de hoy no nos consta que haya nadie durmiendo en la calle en Vilagarcía". Manifiesta que sí hay una persona "que duerme en la calle durante el verano", pero que sí acude al albergue en invierno. El presidente de Cruz Roja alude también al caso de unas personas que pernoctaban tras la sede de Mexillón de Galicia y que no querían ir al albergue porque tenían animales, pero que finalmente han aceptado acudir a estas instalaciones.

El albergue cuenta con 11 camas, "y lo habitual es que estén ocupadas todas, aunque estos días sí están quedando libres algunas", apunta Gallego. Sin embargo, durante la noche de ayer la instalación volvió a llenarse. Además, estos días la Cruz Roja intensifica el reparto de los kit de frío, que incluyen desde gorros hasta guantes, pasando por bufandas y mantas.

Cáritas

También en Cáritas Interparroquial de Arousa están intensificando la ayuda a las personas con escasos recursos económicos. Una de las medidas adoptadas es que las personas que acuden al comedor de Juan Carlos I pueden llevar ropa de abrigo, cuando habitualmente tendrían que pasarse por el ropero de la organización, que está en la calle Santa Eulalia, pero que solo abre de 10 de la mañana a mediodía.

Asimismo, desde mediados del mes pasado, en los menús de la cena se incluye siempre algún plato caliente, como sopas o caldos. Por lo general, la cena consta únicamente de bocadillos y fruta, pero con la llegada del frío se ha optado también por servir a los usuarios algo caliente. Algunos de ellos, después de cenar, van a dormir en el albergue de la Cruz Roja.

El presidente de Cáritas, Francisco Fernández, apunta igualmente que con la llegada del invierno la organización también incrementa de forma notable sus ayudas a familias que tienen vivienda, pero que carecen de recursos económicos suficientes, y que durante los meses de frío no son capaces de afrontar el aumento del consumo energético. "Se pagan muchas más bombonas y más facturas de la electricidad", concluye Fernández.

El proyecto del albergue

La Cruz Roja tiene un viejo proyecto para habilitar el antiguo asilo como albergue, lo que permitiría dar servicio a más gente. Pero para ello, la entidad tiene que llegar antes a un acuerdo con el Concello sobre la cesión de uso.