Dos de las entidades deportivas más representativas de A Illa de Arousa, Club de Piragüismo y Escola de Navegación Tradicional (ENT) vieron ayer colmado uno de sus grandes sueños, el de tener unas instalaciones dignas, no solo para sus usuarios, sino también para guarecer todo el material del que disponen. Inaugurar el Centro de Usos Náuticos es una ocasión que no suele vivirse en A Illa, de ahí la expectación con la que los vecinos acudieron a ese evento en el que no faltaron las actuaciones de la Coral Polifónica y de los gaiteiros de la asociación cultural e deportiva Dorna.

Los responsables de las dos entidades que van a disfrutar de las instalaciones, Arturo Paz (Piragüismo) y Salvador Allo (ENT), se mostraban ayer satisfechos de haber conseguido algo por lo que llevan muchos años luchando. Ambos responsables destacaron el día especial que "supone para nosotros por la gran actividad que tenemos". Paz incluso recordó que, a diferencia de las anteriores instalaciones, construidas hace treinta años en A Canteira do Bao, "no hemos colocado un solo bloque".

El presidente de Piragüismo se felicitó de tener, a partir de ahora, "unas instalaciones adecuadas y de calidad para los usuarios", sin olvidarse de otra deuda histórica de las administraciones con el municipio, la construcción de un pabellón de deportes, ya que el actual no colma las necesidades de las entidades que lo utilizan.

Con un "benvidos ao paraíso", comenzó Allo su intervención, un discurso en el que destacó la felicidad de disponer de unas instalaciones adecuadas para las actividades de la ENT, logro que no resultó fácil y para el que fue necesaria la implicación de un buen número de personas y entidades, desde las dos afectadas hasta el propio Concello, tanto los sucesivos grupos de gobierno como los de la oposición. Animó a los vecinos a disfrutar de estas instalaciones y a respetarlas, al igual que su compañero de Piragüismo acabó reclamando un pabellón deportivo porque el existente "non nos chega a nada".

El guante lanzado desde los dos colectivos fue recogido por la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, que no dudó en aceptar su rol de "presidenta de la Diputación, a la que siempre le piden cosas allí a donde va". Pero antes de que la institución provincial se centre en el pabellón, reconoció que hay otro objetivo que se encuentra en marcha, la remodelación de las casas modernistas de la calle Marqués de Bradomín, proyecto que se encuentra en marcha. "Después de ellas, llegará el momento de hablar del pabellón de deportes", aseguró. Las alabanzas al entorno y al lugar elegido para ubicar estas instalaciones fueron una constante en su discurso, destacando que "acometer proyectos de estas características es una obligación para las administraciones, no hay que darnos las gracias". Terminó con otro compromiso, aunque no sobre infraestructuras, sino que "cuando deje la política y me jubile como profesora, me uniré a la Coral de A Illa de Arousa".

Carlos Iglesias, alcalde de A Illa, recordó que nada más tomar posesión "me encontré con Paz y Allo para que me insistiesen sobre la necesidad de las instalaciones que hoy son una realidad". En su consecución, el alcalde puso como pieza clave a su predecesor, Manuel Vázquez, que "puso todo su esfuerzo en que estuviésemos hoy aquí, con un esfuerzo de gestión muy importante". Además, destacó el hecho de que "la del Centro de Usos Náuticos será la primera placa en la que figure mi nombre, una anécdota, porque estas instalaciones son de todos y para todos, por eso debemos implicarnos en su mantenimiento y cuidado".

El Centro de Usos Náuticos es un ejemplo de modernidad y funcionalidad diseñado entre los arquitectos de la Diputación Provincial y del Concello de A Illa de Arousa. El edificio cuenta con 1.615 metros cuadrados en el que se han invertido cerca de 1,4 millones de euros. En su interior alberga desde espacios para el almacenaje de embarcaciones y usos deportivos, hasta gimnasio, aula de formación, vestuarios y taller de reparación de pintura.

La edificación está integrado en el entorno de una playa de Bandera Azul, la de O Bao, por lo que se apostó por respetar el espacio natural que lo rodea. Así, se construyó en un solo piso, con una amplia terraza en la parte superior, de la que sobresalen dos velas que le confieren el aspecto de un barco. En su parte superior hay un graderío con capacidad para 600 personas, diseñado para darle una mayor utilidad social y convertir el edificio en un mirador sobre la ría de Arousa. De esta forma, la nueva edificación cumple un doble uso, al poder ser empleada, además de por los clubes deportivos, por los vecinos para la realización de actividades de diversa índole.

Tanto Piragüismo como la ENT tendrán sus zonas de uso claramente definidas, separadas por una serie de espacios comunes. Las dos entidades llevan años sobreviviendo en situación precaria. Los primeros, porque el inmueble en el que desarrollan su labor, con 120 palistas y una amplia base social en su gimnasio, se encuentra afectado por Costas, mientras los segundos, carecían de un lugar donde guarecer las dornas en invierno.