- ¿Está usted obligado a estar al frente en materia tecnológica?
-Relativamente. Las innovaciones muy recientes no vuelan sin pasar antes por un proceso de seguridad. Para que una nueva implantación o sistema reciba la certificación pertinente, su fiabilidad tiene que estar más que probada. Las pruebas para recibir la aprobación para nuevos conceptos, por así decirlo, pueden durar años.
- Una cuestión clave en su trabajo será la optimización de los espacios porque la mayoría de aviones van justos en este aspecto.
-Claro. Volar cuesta dinero, hay que rentabilizar los viajes. Pero bueno, me vienen a la cabeza también los baños con ducha del A-380, que son, relativamente, bastante amplios y lujosos. Eso es comfort, pero muy caro.
- ¿Cuál es su responsabilidad en el equipo de trabajo este año en Diehl Comfort Modules?
-Soy lo que se denomina ingeniero "Design to Cost" y trabajo para reducir los costes de producción.
- Son muchos los que opinan que el trabajo ideal es el que se puede desarrollar cerca de casa, pero en su caso Galicia poca oferta parece tener para campos como el que usted domina.
-No, mucha no, sé que hay cierta producción de componentes de aviación, pero de diseño creo que no hay mucho. Pero bueno no me importaría en absoluto cambiar de sector y trabajar en otro tipo de productos como los de automoción, energías renovables?, es más, espero hacerlo en un futuro. No es que sea un apasionado de los aviones.
- ¿Cuántas aerolíneas llevan su sello?
-Difícil saberlo, muchas obviamente. Se trabajaba en base a un avión concreto y después el diseño se extendía a las versiones que hiciese falta. A estas versiones (aviones) las nombrábamos con un número según su orden de fabricación, es verdad que sabíamos, o podíamos saber, para que cliente estaba destinada, pero no es algo a lo que le diese especial importancia. Sé que Qatar compró muchos A-350, por ejemplo.
