Una consecuencia indeseable del paro biológico que se va a aplicar durante las fiestas a la vieira es el furtivismo. En este sentido, el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa, llama a la concienciación de todas las personas implicadas en este delito, desde quienes extraen la vieira hasta los que la compran.

En este sentido, Costa recuerda que "no todos los productos vendidos por los canales no legales reúnen las condiciones idóneas para ser consumidos", y que tomar vieira de los furtivos es más peligroso si cabe, "porque se trata de un animal más dado a la acumulación de toxinas".

Ese aspecto no reviste riesgo alguno en el caso del marisco que comercializa Porto de Cambados, puesto que se depura y eviscera, pero los furtivos no hacen ni una cosa ni la otra.

Además del riesgo para la salud pública, el tráfico ilegal de esta especie perjudica a la flota, pues disminuye ostensiblemente la cantidad de marisco existente en el mar.

Pescar en enero

Ruperto Costa afirma que "de momento es inviable" extraer vieira, pero que de todos modos se intentará hacerlo después de las fiestas de Navidad, puesto que en enero los barcos que se dedican a especies como la volandeira o el centollo experimentan un bajón de ingresos considerable.

El presidente del pósito añade que "en estos momentos es necesario preservar el recurso", pero que eso no significa que éste se encuentre en peligro, "porque sí que hay mucha vieira pequeña". Así las cosas, lo que se pretende con el actual parón es dejarla crecer.

La vieira que se extrae en la ría de Arousa tiene que ser de al menos 11,5 centímetros, pues el tamaño es precisamente uno de los atributos que la diferencian con respecto a la importada. Los consumidores que se decantan por la gallega, que es sensiblemente más cara, señala no obstante que la principal diferencia entre un marisco y otro estriba en la textura y el sabor, y que en ambos resulta ganadora la arousana.

La suspensión de la campaña de Navidad de la vieira en la ría de Arousa ha supuesto un fuerte varapalo económico para la empresa Porto de Cambados -la cofradía tiene más del 50 por ciento de las acciones de esta sociedad-, dado que durante las fiestas y las semanas anteriores a las mismas llega a facturar un 40 por ciento de su volumen de negocio anual.