La plantilla de la Policía Local de Vilanova se va a quedar en cuadro. Así lo afirmó la representante de Gañemos Vilanova en el pleno del pasado lunes en el que aseguró que, al menos, se van a registrar cuatro bajas en los próximos meses, con tres agentes que se han ido o lo harán en comisión de servicios y otro que se jubilará. La edil de la formación, Elena Cores, alertó de que este servicio se va a quedar en cuadro ya que la plantilla cuenta con un total de 10 agentes.

Pese a ello, la respuesta del grupo de gobierno fue que no se van a cubrir esas bajas, más allá de la contratación de auxiliares durante el verano, una decisión que les permitirá ahorrar el salario de esos cuatro agentes, en un intento de cumplir el plan de ajuste al que están sometidos por parte del Ministerio de Hacienda. Para la edil de Gañemos, esas plazas deberían cubrirse y prescindir de los puestos de personal de confianza, una decisión en la que se conseguiría un ahorro de más de 70.000 euros. No en vano, se aseguró desde las filas socialistas, el Concello de Vilanova es uno de los municipios de O Salnés que más personal liberado o de confianza tiene, todo ello pese a los problemas económicos que viene arrastrando desde hace tiempo.

Otro de los enfrentamientos que el alcalde, Gonzalo Durán, mantuvo con la edil de Gañemos fue por la solicitud de un crédito a largo plazo para afrontar la deuda por la compra de Vista Real. En estos momentos, siete años después de su adquisición, quedan todavía 500.000 euros por abonar ya que el resto se cubrió a través de una operación de crédito a corto plazo del que han transcurrido ya siete años. Ahora, explica la edil de Gañemos, "el Concello debe pedir un crédito sobre otro crédito para evitar que el banco se quede con el pazo" ante las dificultades económicas que sufren las arcas municipales y poder así amortizar la deuda que tienen con la entidad bancaria. A aquella compra, recordó la edil de Gañemos, el servicio de Intervención del Concello ya mostró su disconformidad.

Para la edil resulta claro que el Concello está incumpliendo el "plan de ajuste al que está sometido, pero no toma las decisiones adecuadas". Un ejemplo de la pésima situación en la que se encuentra es el Pago Medio a Proveedores (PMP), que comenzó el año con 221 días de demora y lo está acabando con más de 260 días de retraso, cuando Hacienda exige que se ejecute en un plazo de 30 días.