La abstención del edil galeguista Félix Lamas permite al alcalde de O Grove José Antonio Cacabelos mantener su hoja de ruta sobre el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para que sea aprobado en el presente mandato, es decir antes de las elecciones municipales previstas para mayo de 2019.

En un pleno denso, de casi cuatro horas de duración, el gobierno local aseguró que mantendrá la línea de transparencia en el desarrollo de las directrices urbanísticas tanto en el núcleo urbano como en el rural de la localidad.

En resumen, Cacabelos asegura que la nueva ordenación sigue lo establecido en las Normas Subsidiarias de 1996, suspendidas por el Decreto Cuíña, y adaptadas a la nueva Lei do Solo que se aprobó en 2016.

Y es que el alegato del alcalde parte de que el documento ha superado ya numerosas fases, en muchos casos tediosas, que habría que recorrer de nuevo si se hubiera aprobado una segunda exposición pública como planteó el portavoz del Partido Popular Miguel Pérez, idea que también hicieron casi suya el resto de los grupos, a saber, Esquerda Unida, Bloque Nacionalista Galego y Partido Galeguista Demócrata.

Durante el debate Cacabelos adquirió el compromiso de máxima transparencia con los vecinos tanto a la hora de explicar cómo afecta el documento a sus propiedades como respecto a las modificaciones que se vayan produciendo a lo largo del proceso de elaboración definitivo.

De ahí que justifique las charlas informativas en todos los barrios de la localidad para que cada vecino sepa qué puede hacer en su terreno, sea finca o solar.

"Hay vecinos que acuden a las reunión acompañados por técnicos y abogados que son los que discuten con los funcionarios municipales el desarrollo de cualquier área de reparto, con lo que se hacen adaptaciones que siempre se ajustan a la legalidad", afirmó con rotundidad el regidor a la Corporación.

E insistió Cacabelos en que su propósito principal es la aprobación definitiva del documento en este mandato porque "O Grove lleva esperando 40 años por él".

Y en este sentido subrayó que es consciente de que habrá vecinos a los que les perjudique el nuevo plan respecto a la propuesta que se llevó a efecto en 2014, cuando Miguel Pérez era alcalde de la localidad.

"No le tenemos miedo a los vecinos", insistió una y otra vez Cacabelos en su exposición al asegurar que el Plan de Urbanismo se adaptará a los informes sectoriales y a la Lei do Solo.

Pero sí expresó su desconfianza hacia las demás administraciones a las que responsabiliza de los retrasos que sufre la elaboración del Plan. En este sentido cuestionó la tardanza del informe sobre evaluación y sostenibilidad ambiental que "debería haberse emitido el pasado 16 de noviembre y que todavía se retrasará otros dos meses más como mínimo". Afirma Cacabelos que la Administración es el obstáculo más difícil de superar.