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El "arte del tapeo" regresa a Meaño con el chef Yayo Daporta como padrino

La tercera edición del concurso regresa el día 2 con siete establecimientos implicados

La presentación del concurso de tapas meañés. // Noé Parga

El arte del tapeo tomará protagonismo en Meaño entre el 2 y el 10 de diciembre con motivo del "III Concurso de Tapas por Meaño", evento que se presentaba ayer en las bodegas Vionta, en Simes, con el chef cambadés y "estrella Michelin" Yayo Daporta como padrino. Siete son los establecimientos participantes: Quinta de San Amaro, Casa Rodiño, A Taberna de Cancela, Casa Rosal, Taberna O Fiolato, Asador Raíces y Muiño da Birta.

Las tapas se dispensarán en horario de 12.00 a 14.00 horas y de 20.00 a 22.00 horas, al precio toda ellas de dos euros. Cada establecimiento concurrirá al certamen con dos tapas, por lo que el público podrá degustar a lo largo de los nueve días un total de catorce tapas, desde una tosta de volován de pisto con huevo de codorniz hasta un rollo de marisco con reducción de godello y menta, pasando por una tosta de mar y shiitake, codorniz escabechada o un "Adiviña adiviñanza", esta última apuesta de Casa Rodiño.

Yayo Daporta aplaudió la iniciativa del Concello de Meaño a la hora de organizar por tercer año este concurso, ya que "es una oportunidad de sacar a los restaurantes de la rutina y animarles a la inventiva, a la par que una buena opción para atraer clientela en esta época del año de antes de Navidad, cuando el consumo suele bajar". Preguntado sobre las razones de que, siendo en invierno, los restauradores apenas sí apuesten por las tapas de cuchara, el chef cambadés lo justifica: "La cuchara en invierno es muy agradecida, quizás a la hora de la tapa te limita un tanto la creatividad, pero no deja de ser un reto el apostar por la cuchara también para la tapa; es cuestión de inventiva y ponerse a ello".

Los restauradores valoraron, sobre todo, la excelente acogida del concurso el pasado año, cuando en se vendieron 2.900 tapas, lo que supuso un impacto estimado directo de unos 12.000 euros, superando de largo las cifras de la primera edición. Julio Ouviña, chef de la Quinta de San Amaro, reconoce que "sería bueno para el concurso contar con cuantos más establecimientos mejor, pero los restauradores deben tener en cuenta que con la tapa no se gana dinero; lo que realmente ganas es promoción, porque acude al establecimiento un público que habitualmente no viene, sobre todo gente joven".

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