La analista de laboratorio Adela López, en el Intecmar desde febrero de 1992, intervino en el acto conmemorativo en representación de los trabajadores, para quienes reivindicó mejoras salariales y laborales. Eso sí, en un tono distendido que arrancó los aplausos y risas de los presentes, incluido el propio presidente de la Xunta. Esta profesional del Intecmar recordó lo difíciles que fueron los orígenes, cuando poco o nada se sabía de las biotoxinas, los libros "estaban escritos en inglés" y la plantilla hacía "de todo", incluida la mudanza y la limpieza. Destacó el papel del primer director, Joaquín Mariño, y entre una anécdota y otra, siempre de forma campechana, acertó a resumir 25 años de sacrificios por parte de los trabajadores hasta llevar este centro a la cima y convertirlo en referente mundial . "De todo se aprende y, poco a poco, conseguimos una gran familia", sentenció.