El incendio en una vivienda de A Illa en la madrugada del pasado jueves no solo permitió descubrir una plantación de marihuana, con cerca de un centenar de ejemplares, sino que también ha supuesto el descubrimiento de un presunto fraude eléctrico, al contar la casa con una doble acometida a la red, una declarada y otra totalmente oculta y por la que circulaba un mayor fluido que todavía está por calcular.

La Compañía de Electrificación S. L. fue alertada por la Guardia Civil pocas horas después del incendio sobre la existencia de una posible acometida ilegal de la vivienda a la red eléctrica, por lo que varios de sus operarios se presentaron en la zona para analizar si existía esa situación. Tras examinar la acometida de la vivienda afectada por las llamas, localizaron una derivación interior a la acometida general, una acción que impedía que el consumo de energía de la casa no fuese registrado en los contadores. El consumo eléctrico a través de esa acometida tuvo que ser brutal, ya que los bornes metálicos de la caja de acometida general estaban quemados por la excesiva carga que soportaban.

No es para menos, en el interior de la vivienda se encontraron 12 lámparas reflectoras de 600 vatios cada una, dos ventiladores, un equipo de aire acondicionado, un deshumificador y cuatro extractores de aire. Todos esos equipos electrónicos rondan una potencia de 15 kilovatios, potencia que excede en casi cinco veces a la que la vivienda tenía contratada. De hecho, la Compañía reconocía ayer que el cliente tenía una potencia contratada de 3.450 kilovatios con un consumo medio mensual de 2 kilovatios, ya que la vivienda se encontraba, supuestamente, deshabitada.

Al ser conocedores de la situación, la Compañía de Electrificación no ha dudado en poner la correspondiente denuncia por un presunto fraude eléctrico. Además, van a proceder a pasar al titular de la vivienda la correspondiente liquidación de energía aplicando el baremo que fija la Ley para estos casos, lo que supondrá, como mínimo, un desembolso de más de 1.000 euros para el propietario.

En el seno de la entidad sorprendió la calidad de la supuesta acometida ilegal, asegurando ayer que no se trataba de "una simple chapuza, sino de una conexión acometida por un profesional". Detectar la doble acometida era prácticamente imposible si no hubiese ocurrido el incendio, lo que provocó que los agentes de la Guardia Civil desconfiasen de un enganche ilegal, muy utilizado por los cultivadores de marihuana en interiores.

El incendio de la vivienda se declaró sobre las tres de la madrugada del jueves en la calle Ramón Cabanillas de A Illa. Una llamada al 112 movilizó a los Bombeiros de O Salnés y a la Guardia Civil, que en pocos minutos se presentaban en el lugar. La sorpresa de los servicios de emergencias fue que dos personas, que se identificaron como propietarios de la vivienda, les indicasen que las llamas ya habían sido controlados por ellos y que podían marcharse.

Sin embargo, el humo que todavía salía del bajo cubierta hizo que los bomberos desoyesen la petición de los dos hombres, y para evitar que pudiese extenderse a las viviendas adyacentes, entraron, encontrándose con que la única estancia afectada era el piso superior, donde también localizaron un centenar de plantas y todo un sistema eléctrico para su cultivo en interior. Las causas del incendio también están siendo investigadas por la Guardia Civil, aunque todo apunta a que pudo ser un cortocircuito en alguno de los aparatos que se utilizaban para el cultivo de las plantas. Dos vehículos de la Guardia Civil permanecieron durante toda la mañana del jueves en la calle Ramón Cabanillas, recogiendo los restos de las plantas y los aparatos utilizados. Se sospecha de un hombre vinculado a la vivienda afectada.