El Presupuesto de Vilagarcía del año 2018 dedicará "una parte muy importante" a mejorar la accesibilidad del municipio porque la eliminación de barreras arquitectónicas es "primordial" para el gobierno socialista. Así lo expresó ayer en Sobradelo la concejala de Urbanismo, Paola María, que comprobó el resultado de las obras ejecutadas en la entrada del IES Armando Cotarelo Valledor.
La edil recordó que el Concello ha actuado en el entorno del instituto a petición de una alumna que -en un pleno- denunció las dificultades para entrar en este centro público.
Las obras, con un presupuesto de 5.400 euros, consistieron en elevar el paso de peatones ubicado a las puertas del IES y la ampliación de la acera en ese mismo punto. Los trabajos han finalizado, quedando únicamente pendiente el pintado de una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida.
Paola María aseguró que su departamento ya tiene en cartera varias obras nuevas de accesibilidad y que se elaborará "un estudio general" de todas las calles para acometer más mejoras en este ámbito a lo largo del próximo ejercicio. Y es que, tal y como admitió la propia edil, hay aceras por las que resulta imposible que pase una silla de ruedas o un carro de bebé.
El gobierno socialista es consciente de que queda mucho por hacer para que Vilagarcía sea una ciudad accesible, si bien ya ha dado algunos pasos para facilitar la movilidad por la ciudad. Algunas de las obras ya ejecutadas en este mandato son las del entorno de la Praza da Peixería y de la dársena de autobuses de O Cavadelo, las aceras de la calle del asilo Divina Pastora, la dotación de un ascensor en el edificio del Servizo de Emerxencias e Protección Civil, los accesos al parque de O Castriño y al Castro Alobre o la próxima actuación en dos travesías de Alejandro Cerecedo.
Centro cultural de Sobradelo
Además de las obras en el entorno del IES Cotarelo Valledor y de la inminente puesta en marcha de la playa canina en O Castelete, la edil de Urbanismo se refirió a otra mejora realizada en Sobradelo. Se trata de la casa de cultura, que cuenta con cartel identificativo, una barandilla de seguridad en una rampa, escaleras móviles en el auditorio o una cocina para impartir cursos, además de lucir tareas de pintado.
