El gobierno socialista de O Grove, con José Cacabelos Rico al frente, tiene hoy una apretada agenda, con actos que, para bien o para mal, con partidarios y detractores, representan los cambios introducidos de un tiempo a esta parte en el centro de la villa meca. Y es que hoy se da por terminado el plan de "humanización y peatonalización" de la céntrica calle Castelao, al tiempo que se inaugura el área lúdica y deportiva del paseo de Beiramar, en Confín (Peralto).
Respecto al céntrico vial, popularmente conocido como calle "catorse", hay que reconocer que su aspecto cambia por completo, convirtiéndose en punta de lanza de otras actuaciones similares a ejecutar a corto y medio plazo, siendo por tanto "un ejemplo del modelo de pueblo que queremos para el futuro", destaca el primer edil.
Como se explicó en ocasiones anteriores, el proyecto permitió instalar nuevo alumbrado y reponer las canalizaciones subterráneas, con lo cual parece solventarse uno de los grandes problemas que afectaban a los grovenses, el derivado del deficiente estado de las tuberías.
Pero lo más llamativo es el acondicionamiento en superficie, donde se habilita una plataforma a un solo nivel para dar prioridad a los peatones, mejorar el acceso a comercios y negocios de hostelería, embellecer el centro urbano y permitir únicamente el paso de vehículos para carga y descarga o utilización de garajes.
Este acondicionamiento incluye la instalación de grandes jardineras y la plantación de árboles ornamentales, ya visibles en la zona desde hace unos días.
Se eligieron cerezos -una veintena, con una altura máxima de seis metros- debido a "su adaptabilidad y a su explosión floral tan vistosa, a principios de abril".
Pero también "por su bajo mantenimiento, ya que no necesitan mucha agua; y por su resistencia, pues esta planta aguanta heladas en invierno y sequías de verano", se explica en el proyecto.
