Precisamente en el año que se cumple el 25 aniversario de la campaña "Nadie sin hogar", Cáritas Interparroquial de Arousa no podría faltar a la hora de convertirse en plataforma activa para la concienciación social.

Bajo el lema "Somos personas, tenemos derechos" representantes de la entidad benéfica se concentraron en la Praza de Galicia en Vilagarcía para leer un manifiesto que contó con una participación coral a la hora de plasmar en palabras. Usuarios de Cáritas, directivos y colaboradores se sumaron a varios vecinos para hacer constar el deseo de que los sin techo pasen a contar con un lugar en el que guarecerse y que responda a la tipoligía de hogar.

Cáritas quiere incidir en la posibilidad de que todas las personas tengan un hogar, partiendo para ello de la necesidad de un compromiso común de toda la sociedad: administración, medios de comunicación, organizaciones y entidades sociales y ciudadanía.

Aseguran que hoy todavía existen muchas barreras y dificultades para que las personas en situación de sin hogar puedan acceder a sus derechos, al derecho a una vivienda digna y adecuada, el derecho a la salud, y el derecho a un sistema de protección social.

Desde esta organización reclaman la visibilidad de este problema y de estas personas, realizando al tiempo un llamamiento a las administraciones, para que tengan en cuenta a estas personas a la hora de legislar o modificar las normas y leyes que nos rigen.

Por todo ello solicitan, a las administraciones públicas, que procedan a reformas estructurales que conlleven la aplicación del derecho humano a una vivienda digna y adecuada, fomentando medidas de alquiler social que faciliten su acceso; a los medios de comunicación, que informen desde un lenguaje y perspectiva de derechos, que ayude a eliminar las barreras que sufren en su acceso las personas en situación de sin hogar, y que evite su estigmatización; y a la ciudadanía en general, que conozca y se anime a participar en entidades sociales de su territorio que promuevan y pongan en valor los derechos de estas personas.

Pocas veces la lectura de un párrafo tomó tanto valor social como ayer en la Praza de Galicia.