El invierno parecía que tardaba en llegar, pero ayer azotó a la comarca de O Salnés con fuerza, en forma de una tromba de agua, y sobre todo, con un viento que se llevó por delante, sobre todo, postes de teléfono, árboles, ramas y contenedores. Con pequeñas incidencias de escasa importancia en toda la comarca, el hecho más destacable fue el corte de luz que sufrieron los vecinos de O Grove entre las 19.00 y las 20.30 horas, una caída en el suministro eléctrico que afectó a la mitad del casco urbano y dejó sin energía a más de 2.700 viviendas del municipio. En concreto, las zonas más afectadas fueron desde la calle Luis A. Mestre hasta Terra de Porto y Virxe das Mareas.

En principio, todo apunta a que el corte en el suministro eléctrico se debió a una avería en la estación de Vilalonga que, al cierre de esta edición, los operarios de la empresa responsable se afanaban en solventar. Eso si, la mayor parte de las viviendas afectadas ya habían visto como se les restablecía el suministro eléctrico tras hora y media en total oscuridad. Los más perjudicados por la situación fueron los negocios de hostelería, que se quedaron totalmente a oscuras y con el riesgo de perder gran parte de su mercancía al dejar de funcionar las cámaras frigoríficas, a lo que se suma la ausencia de clientes durante el tiempo que duró el apagón.

Los efectivos de Protección Civil de Vilagarcía fueron los que más trabajo tuvieron en el día de ayer, acudiendo a lugares como Galáns, Trabanca Badiña o la carretera que une Rubiáns con A Laxe, donde procedieron a la retirada de árboles que entorpecían la circulación en esas zonas. Los Bombeiros de O Salnés también acudieron a asegurar un poste de telefonía en Caleiro (Vilanova de Arousa) y a una pequeña inundación en una sucursal bancaria de la plaza de Galicia, provocada por el rebosamiento de la red de fecales, aunque la incidencia se resolvió con rapidez, completando la acción un equipo de mantenimiento del saneamiento.

En todas las localidades se registraron pequeñas incidencias con los contenedores de basura, muchos de los cuales acabaron volcados en la vía pública.

Según los datos de la estación meteorológica de Corón, en Vilanova de Arousa, las rachas de viento registradas ayer tarde alcanzaron una velocidad de 83,2 kilómetros hora. Fue en ese punto donde se registró la más importante, ya que en Meis no superó los 67 kilómetros hora. En cuanto a las precipitaciones, la estación recogió un total de 9,2 litros por metro cuadrado, la mayor parte de los cuales cayeron sobre las 19.30 horas.

Los efectos del viento y de la lluvia apenas afectaron a la flota arousana, ya que el grueso de la intensidad se registró por la tarde, cuando la mayor parte de los barcos se encuentran amarrados a puerto.