El mango de un "puñal de antena" típico en yacimientos de Asturias fue localizado en las tareas de consolidación de la "croa" del Monte do Castro en el que se recuperan siete cabañas y una muralla de unos 25 metros de longitud.

La singularidad de la pieza se debe al material en el que está construido pues es de hierro y no de bronce como los que se han localizado en otros yacimientos como Santa Trega o A Lanzada.

Pero a la vez ha de ponerse de manifiesto que en Besomaño la más emblemática construcción localizada, la casa-patio, también es común en la región vecina pero única en Galicia.

Las sucesivas fases de excavación y consolidación del castro de Ribadumia han descubierto importantes objetos de las distintas etapas de ocupación de la acrópolis galaico-romana, tanto de uso doméstico cotidiano, como objetos ceremoniales, rituales y defensivos.

Además de esta empuñadura de espada, cuyo estado de conservación es muy delicado al ser de hierro, también se ha encontrado una "dolabra" romana que precisó de una restauración muy minuciosa para que hoy luzca en el Museo de Pontevedra. Asimismo se encontraron "fíbulas" o broches de muy diferentes etapas, un tesorillo con varias monedas romanas en buen estado, así como vasijas, platos, fuentes tanto de barro como de cerámica, sin olvidar el "pote" o caldero de bronce remachado de enorme valor económico en la época. Asimismo se extrajo un busto de un "guerrero" entre las más de 150.000 piezas que todavía están en proceso de catalogación.

La presidenta de la Diputación Carmela Silva fue la encargada de anunciar ayer este nuevo hallazgo que calificó como "un caso curioso" porque, explicó, "el hierro no es el material que se empleaba habitualmente para este tipo de empuñaduras, que normalmente se realizaban en bronce".

Indicó que "la hojas de estos puñales de antena, por norma general, sí que estaban realizados en bronce o en hierro, pero en el caso de esta pieza se desconoce porque esa parte se perdió".

Explica asimismo que la pieza "se sitúa entre los siglos II o I a.C." por su tipología y por el lugar en el que se encontró "pegada al muro de una cabaña".

Carmela Silva indicó que este hallazgo se produce con motivo de los trabajos de restauración de la parte alta del yacimiento, la croa o acrópolis, con siete cabañas y un tramo de la muralla de 25 metros que un equipo de arqueólogos comenzó en el mes de septiembre y que se vieron obligados a ampliar el campo de excavación.