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El "rey de los mariscos" regresa a la mesa

La lonja de O Grove destina al País Vasco más de la mitad del centollo subastado

"Hacía mucho tiempo que no se veía tanto producto y de tanta calidad", proclaman en la cofradía -La fama del crustáceo meco hace que acuda una gran cantidad de compradores

Un marinero desenreda una pieza atrapada en los miños. // Muñiz

La lonja de O Grove marca el ritmo, una vez más, en este arranque de la campaña de pesca del centollo en las provincias de A Coruña y Pontevedra, cuando se registra una espectacular llegada de producto que, además, parece gozar de una gran calidad. Esto atrae a la rula meca a compradores de diferentes puntos de Galicia y diversos rincones de España, de ahí que la mayor parte de la mercancía se destine lejos de las fronteras gallegas, y más concretamente a mercados como los del País Vasco.

Además de asegurar que "hacía mucho tiempo que no se veía tanto centollo en la lonja, y de tanta calidad", en la cofradía de pescadores San Martiño de O Grove explican que "aproximadamente el sesenta por ciento" del crustáceo subastado desde el lunes se ha destinado al País Vasco a través de la empresa Viveros San Antón, fundada en 1971 y desde entonces dedicada a la explotación exclusiva de mariscos.

Ubicada en Getaria (Guipúzcoa), esta firma dispone de unas instalaciones de 4.500 metros cuadrados de superficie cuya capacidad de almacenamiento es de 80.000 kilos de molusco y 50.000 de crustáceos.

Es ahí donde se deposita antes de su distribución el centollo de la lonja meca, que también puede adquirirse en su tienda on line, donde a lo largo de la mañana de ayer se distribuyó a catorce euros la unidad, si era hembra -de entre setecientos y ochocientos gramos- y a 17 euros si se trataba de "macho gallego", de entre 1,5 y 1,7 kilos; en ambos caso de peso en vivo.

Pero además de esta empresa vasca, en la lonja de O Grove destacan en este inicio de temporada una firma de Burela, que el primer día se llevó 850 kilos y el segundo, 220, y otra de Camariñas, lógicamente junto a una buena cantidad de cetáreas y/o comercializadoras de la propia localidad meca y otros municipios gallegos.

Unas y otras se benefician no solo de la abundancia y calidad, sino de los precios, ya que si bien empezaron siendo altos, y muy rentables para el sector extractivo, parecen ciertamente contenidos respecto a años de escasez como el pasado.

Incluso bajaron considerablemente el miércoles y ayer, cuando la cotización máxima fue de 12 euros por kilo, lo que supone pagar la mitad respecto a las mejores piezas de la jornada inaugural del lunes.

Tenderán a subir

Es evidente, no obstante, que las tarifas empezarán a subir a medida que se acerquen las fechas navideñas.

Si se toma como referencia la campaña del año pasado, aunque las cantidades descargadas entonces fueran muy inferiores, puede recordarse que noviembre empezaba con un precio máximo de 26,50 euros y terminaba por encima de los 30 euros por kilo.

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