Vilagarcía es la única ciudad de la provincia -con más de 30.000 habitantes- en la que este año ha aumentado la criminalidad. Aunque la inmensa mayoría de las infracciones penales han descendido, no logran compensar el incremento de delitos contra la libertad sexual y de hurtos; de ahí que la delincuencia haya crecido en la capital arousana un 4,2% entre enero y septiembre de 2017 (1.156 hechos delictivos) en relación al mismo periodo del año anterior (1.109). Así se desprende de las estadísticas oficiales publicadas ayer por el Ministerio de Interior.
En relación a los delitos sexuales, Vilagarcía sigue la tendencia al alza que experimenta el conjunto de Galicia, con un aumento del 11% al pasar de 327 casos en los primeros nueve meses de 2016 a los 363 de este año (en la comunidad gallega). A estas cifras hay que sumar las 36 agresiones sexuales con penetración.
En la ciudad vilagarciana, entre los distintos cuerpos policiales han tenido conocimiento este 2017 de 10 delitos contra la libertad e indemnidad sexual, frente a los 3 del ejercicio anterior, lo que supone un incremento del 233%. No se ha registrado ninguna agresión sexual con penetración.
Otro dato que llama la atención es que el Ministerio del Interior computa en Vilagarcía un secuestro del cual nada ha trascendido a la opinión pública en estos meses.
En relación a los hurtos, se han elevado un 4,3%, al pasar de 346 a 361. Los hechos por tráfico de drogas se mantienen en cinco y los robos de vehículos descienden de 15 a 10.
Las cifras más positivas que aporta el nuevo Portal Estadístico de Criminalidad son la relativas a los robos con violencia en domicilios, establecimientos y otras instalaciones. Mientras que entre enero y septiembre de 2016 se produjeron en el municipio vilagarciano 108 delitos de este tipo, en el mismo periodo del año en curso solo fueron 43, lo que se traduce en una caída del 60%. Algunos de los sucesos de ese tipo ocurridos en 2016 afectaron a la iglesia parroquial de Cea, al huerto solidario de Cáritas (sustrajeron maquinaria) y a varios bares de la ciudad, en los que la recaudación de la máquina tragaperras constituía el principal objetivo de los ladrones. En 2017, en septiembre, un viejo conocido de la fuerzas del orden intentaba robar a punta de cuchillo en una sucursal bancaria de la céntrica Praza de España.
No obstante la mayor parte de los robos con fuerza se perpetran en viviendas: 25 de 43. El año pasado se cometieron 86, es decir, más del triple.
En cuanto a los robos con violencia e intimidación, también han descendido, concretamente de 22 a 18, una disminución que en términos porcentuales es del 18%. En el caso de los delitos de lesiones y riña tumultuaria se han reducido considerablemente, al pasar de 12 a 5 (un -58%).
Con respecto a los homicidios, no se ha producido ninguno, ni este año ni el anterior. En 2016 se registró uno en grado de tentativa por parte de un gorrilla que recientemente aceptó 5 años de prisión por intentar matar a su hermano.
