El 30 de abril de 1922 nació la asociación de emigrantes de Ribadumia, cuya primera finalidad era promover la construcción de escuelas tanto en este término municipal como en el de Meis. Sus otros cometidos eran acoger y ayudar a los vecinos emigrados en Argentina, y organizar actividades lúdicas y culturales.

El antiguo Hogar llegó a ser en su día una de las instituciones de emigrantes gallegos más importantes de Buenos Aires. Prueba de su antiguo esplendor es su sede, un precioso edificio histórico en la avenida de las Heras. O su impresionante biblioteca, con más de 1.500 ejemplares en gallego y castellano.

Pero, como le sucedió a muchas otras asociaciones de la diáspora, ha padecido con crudeza la crisis económica argentina y la progresiva desaparición de socios. Hace décadas que los gallegos no emigran a Argentina, por lo que quienes quedan en estos colectivos son, en la mayoría de los casos, hijos o nietos de los emigrantes gallegos.

Actualmente, la entidad cuenta con 425 socios (177 hombres y 248 mujeres), de los cuales 230 son gallegos. Raúl Pagés estima que son nacidos en Ribadumia entre 15 y 20. La presidenta, Mabel Cardoso Sanmartín, es de Meis.

Pero "Ribadumia" -los socios llaman a la asociación de ese modo, sin añadido alguno- ha logrado sobreponerse a las adversidades. El arrendamiento de un bajo les proporciona cierta estabilidad económica, y cuentan con un puñado de socios jóvenes que inyectan las ganas y los nuevos proyectos que necesita cualquier organización para seguir adelante.

Asimismo, se están implicando en la celebración de las grandes fiestas que se organizan en la ciudad del Mar de Plata, como el "Buenos Aires celebra Galicia" o el "Buenos Aires celebra España". En esta última, el antiguo Hogar estuvo representado por su grupo folklórico "Los de Ribadumia". En la primera, acudieron con una caseta gastronómica, y se llevaron el primer premio en la categoría de mejor empanada gallega. El dinero obtenido se reinvirtió en obras en la sede de la asociación.

Además, el colectivo sigue siendo un punto de encuentro para los emigrantes y sus descendientes, sobre todo los sábados por la tarde; acogen obras de teatro o de zarzuela; y organizan cursos de tango, pandereta o gaita.