La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, regresó ayer a O Salnés. Lo hizo para presentar, en las instalaciones de la bodega Paco & Lola, en Meaño, el balance de los "Rías Baixas Fest", un ciclo musical que, a su juicio, volvió a "mostrar músculo" y que puso de manifiesto la posibilidad de explorar con éxito la senda del "turismo experiencial" para potenciar la "marca Rías Baixas" como "destino singular en el que sentir y vivir el territorio y todo cuanto éste ofrece".

Citas como el Atlantic Fest, en A Illa de Arousa, o las Revenidas, en Vilaxoán (Vilagarcía), formaron parte de este al parecer exitoso paquete musical que reunió en la provincia a "más de 200.000 personas" y generó una ocupación hotelera del cien por ciento en el área de influencia de los diferentes espectáculos. Es por ello que Silva considera que esos festivales "están convirtiendo la provincia en un referente de la industria musical y cultural de la Península Ibérica y en un lugar de enorme atractivo turístico", siendo además una herramienta importante en el Plan Estratégico de Turismo.