| En esta vista de Armenteira (Meis) tomada desde Cobas (Meaño) se aprecian los colores propios del otoño, con árboles y viñedos en los que empieza a caer la hoja, y resulta evidente el predominio del característico tono marrón que anuncia la llegada del frío y las este año deseadas lluvias. Pero se observa igualmente un marrón muy diferente, y desde luego mucho más triste. Es ese color quemado que muestran los pinos, robles y eucaliptos que, situados al lado de las viviendas -se aprecian al fondo de la imagen- fueron víctimas de uno de los numerosos incendios que asolaron Galicia hace un par de semanas. Ahora que ya casi nadie se acuerda de aquello quizás sea bueno mostrar así las consecuencias del fuego.