Hace poco más de un año y gracias al afán de unos pocos Vilagarcía volvió a llamar a la puerta del piragüismo. Extinta la sección del Liceo Casino, sobre sus cenizas nació un club que lleva por nombre Depornautic y que sigue en plena pelea por vencer todas las adversidades que le rodean.

Una de las cuestiones que más está dificultando el buen hacer de estos amantes de la piragua es todo lo relativo a la insalubridad de las instalaciones donde han fijado su sede. Allí, entre techos que se derrumban y suelos literalmente destruidos, un grupo de cerca de sesenta personas de todas las edades hacen diariamente del deporte toda una hazaña de superación.

En el edificio del Club de Mar cuentan con unos espacios en los que tienen ubicada una oficina, un gimnasio y unos vestuarios que no podrían pasar ninguna inspección sanitaria. Y es que en esos lugares apenas ha obrado la mano del hombre en los últimos cuarenta años. La humedad que recorre las paredes se antoja incluso como mal menor puesto que durante los días de lluvia las filtraciones aparecen por doquier.

En el gimnasio, completado con material que ya se usaba en el antiguo pabellón del Liceo Casino en Ravella, la impresión que se desprende nada más entrar es la de hacerlo en un centro de entrenamiento del tercer mundo. La madera que recubre techos y paredes está totalmente carcomida por los efectos meteorológicos y totalmente abombada. El suelo también presenta un aspecto cuando menos insano para practicar deporte. Todo forma una escena más propia de otras épocas que del siglo XXI.

Mención aparte merecen los vestuarios. El estado de los mismos todavía es más preocupante al tratarse de un lugar para la higiene personal. Los azulejos se caen literalmente a cachos y el escalón de entrada es una escombrera en toda la extensión de la palabra. Las ventanas son una auténtica entrada para la intemperie cuya finalidad solo se agradece en el verano para airear ese espacio. Solo el derrumbe de la estructura podría empeorar el estado que presenta actualmente.

También utiliza Depornautic dos hangares situados en la otra parte del puerto deportivo. Allí se almacena todo el material necesario para el entrenamiento en el agua como piraguas, chalecos o palas. Todo convenientemente debajo de la zona que la techumbre metálica puede proteger.

A donde se agarra con fuerza el futuro del piragüismo en Vilagarcía es a la puesta en escena de un proyecto que serviría para contar con una pequeña oficina, un gimnasio y un vestuario. David Baños, presidente del club, ya tiene perfiladas las necesidades de la entidad, "en uno de los galpones nos gustaría poder hacer una obra pequeña sobre una superficie de unas 120 metros cuadrados. Es algo que necesitamos, pero para lo que disponemos de la ayuda de las instituciones porque estamos en inferioridad respecto a cualquier otro club a nivel autonómico. No haría falta una gran inversión, es más necesario aunar buenas voluntades".