O Grove volvió a padecer ayer uno de sus problemas más importantes y recurrentes: las averías en la red de agua potable y el consiguiente desabastecimiento. No cabe duda de que las tuberías están completamente podridas en numerosos tramos de la localidad, lo cual, unido a la ejecución de obras que por accidente también provocan roturas, propicia situaciones de que afectan a cientos, a veces a miles de vecinos.

Volvió a suceder ayer, esta vez con una avería que tuvo lugar en la zona de Beiramar, como explica la concejala de Obras, Ángeles Domínguez. Aclara que se estaba realizando una cata para tratar de averiguar por dónde avanza una canalización subterránea de electricidad. Se cree que al agujerear salió a la superficie el agua procedente de una fuga que quizás ya existía, y lo hizo con tanta fuerza que se formó un "géiser" que causó enormes inconvenientes durante casi toda la jornada.

Aunque el servicio se restableció, muy poco a poco, a lo largo de la tarde, nuevamente los grovenses del centro urbano se vieron afectados por la situación. Como había ocurrido ya durante la madrugada, en este caso con aviso previo, a causa de un corte intencionado del suministro con motivo de las obras que se llevan a cabo en la calle Castelao.

El alcalde, José Cacabelos apela a la comprensión del vecindario. Y la edil Ángeles Domínguez señala que "este tipo de accidentes se producen en otros pueblos", pero cree que en O Grove se miran especialmente con lupa.

En relación con esto, el lunes se celebra un pleno en el que deberá comparecer la propia concejala, a petición del BNG, para explicar el por qué de tantas roturas y situaciones de desabastecimiento de agua.