Las cofradías de pescadores de Arousa iban a reunirse ayer en Rianxo para decidir si asumen la gestión directa de los bancos de libre marisqueo o mantienen el sistema de explotación actual, limitándose a recoger entre octubre y marzo un marisco que va a menos. Pero ese encuentro no llegó a convocarse finalmente porque todavía quedan pósitos que deben convocar asamblea en sus puertos para conocer la postura de sus socios y después buscar una propuesta consensuada de toda la ría.

Así pues, y dado que ese posicionamiento conjunto debería comunicarse a la Xunta antes del día 31, para así elaborar el plan de explotación del año que viene, parece evidente que las cofradías no llegarán a tiempo, y menos teniendo en cuenta que hay varias que no van a celebrar sus reuniones hasta el fin de semana que viene.

De ahí que los representantes del marisqueo a flote y los patrones mayores empiecen a pedir más tiempo a la Consellería do Mar.

"No pueden pedirnos que tomemos una decisión de esta magnitud en solo quince días, por lo que tendrán que explicarnos bien cuál es el planteamiento y darnos más tiempo para que podamos decidirnos", explican en el sector.

De esta idea es, por ejemplo, María José Vales, la patrona mayor de Vilanova, donde consultarán a sus socios el viernes.

"La Consellería do Mar debe cambiar los plazos y darnos tiempo para decidir; no pasa nada si tiene que esperar más tiempo antes de redactar el plan marisquero del año que viene", declara la representante vilanovesa del sector.

A lo que añade que "aún hay muchas preguntas sin respuesta por parte de la Administración y debemos conocer bien todos los pros y contras del plan de gestión que nos proponen asumir en los bancos de libre marisqueo".

Donde parecen tenerlo más claro es en O Grove, donde ya celebraron la reunión para consultar a los rañeiros y parecen de acuerdo en repartirse la gestión de los bancos tal y como se plasmaba hace días.

Esta fórmula supondría que grovenses, cambadeses, isleños y vilanoveses se ocuparían de vigilar, sembrar, limpiar y mantener en buen estado el banco de O Bohído, independientemente de que después cualquier mariscador pudiera desplazarse a faenar en las restantes zonas comunes.

Esto supondría que Rianxo y Carril se encargarían de Os Lombos do Ulla, dejándose Cabío y otras zonas comunes para los demás pósitos de Arousa Norte.

Hay que recordar que esto de dar la gestión directa del libre marisqueo a las cofradías es una propuesta de la Consellería do Mar que, básicamente, consiste en dar autonomía a los pósitos para que gestionen directamente las zonas comunes.

Desde la Administración se les ofrece asesoramiento técnico, apoyo material y subvenciones, pero serían las cofradías las que se ocuparan de un plan de gestión específico que les permitiría seguir sacando marisco de esos bancos libres, pero con el compromiso de ocuparse de todo tipo de acciones que garanticen la productividad, tratando así de frenar su progresivo declive.