La campaña de vacunación contra la gripe arrancó ayer en Vilagarcía con quejas del personal de enfermería de Atención Primaria porque el Sergas no cubre las jubilaciones ni sustituye las bajas, lo que "genera malas previsiones de cara a la campaña" con posibilidad de demoras, advierte la coordinadora del centro de salud de San Roque, Elvira Sineiro. Asegura que hay "malestar" entre los profesionales porque si ya desde hace meses vienen asumiendo el trabajo de los compañeros ausentes, ahora se suma un nuevo incremento de la carga de trabajo a consecuencia del periodo de vacunación antigripal. Y es que además de administrar las dosis a los usuarios de otros cupos que acuden al ambulatorio, deben trasladarse a un buen número de domicilios para vacunar a los pacientes inmovilizados. En este sentido, Sineiro agradece la colaboración del asilo Divina Pastora, pues "el personal de allí se encarga de vacunar a los residentes; es una gran ayuda".

En relación a esta jornada inaugural de campaña, la afluencia de pacientes se concentró a primera hora de la mañana, entre las ocho y media y las diez aproximadamente. Aunque hubo "avalancha" de gente (fundamentalmente personas mayores), fue menor que la de años anteriores, según observa la responsable del ambulatorio de Vilagarcía. Y pese al menor número de pacientes, el inicio de la mañana fue un tanto caótico, pues las extracciones de sangre -analíticas- no terminan hasta las 10.00 horas. "Si la gente esperó fue porque quiso porque se le daba cita para otro día, pero las personas mayores quieren vacunarse el primer día", comenta Elvira Sineiro.

En cuanto a los motivos de que este arranque de campaña fuese algo más flojo que el de la temporada pasada, la médico que dirige el centro de salud de San Roque cree que responden fundamentalmente a la meteorología. "Influye muchísimo. No llueve y por ahora no hay catarros, por lo que mucha gente espera. También debo recordar esa falsa creencia de que cuanto más tardes te vacunes, mejor. No hay que venir ni el primer día en masa pero tampoco esperar al final. Lo ideal es hacerlo de forma escalonada hasta el 29 de diciembre, cuando termina la campaña", recomienda la facultativa.

El área sanitaria de O Salnés fue una de las que la temporada anterior incrementó la cobertura antigripal, pues se inmunizaron contra el virus un 55% de los mayores de 65 años, dos puntos más que en 2015. Pero es insuficiente. El objetivo que se marca el Sergas es llegar al 65%, una cifra todavía muy lejana, por lo que ha enviado un correo electrónico a todos los trabajadores para que se esfuercen en conseguir aumentar la cobertura entre la ciudadanía. En lo que respecta al personal sanitario -uno de los colectivos a vacunarse-, la Consellería ha aumentado su objetivo del 35 al 40%, un porcentaje que el año pasado se rozó en O Salnés, con un 39%.

Un mecanismo que se repetirá por segundo año consecutivo para intentar que se administren más dosis antigripales son las llamadas telefónicas que a partir de la cuarta semana de campaña realizarán los enfermeros a los pacientes de su cupo que formen parte de la población de riesgo, de la que forman parte mayores de 60 años y enfermos crónicos. La coordinadora del centro de salud de Vilagarcía también aconseja vacunarse "a los fumadores, cuidadores de ancianos y trabajadores de instituciones cerradas".

Como cada año, la Xunta dispone de dos tipos de vacunas para inocular a los ciudadanos: para los mayores de 75 años y personas institucionalizadas en residencias se mantiene la Intanza 15, mientras que para los sanitarios y menores de 75 años se administra una distinta a la de 2016. Se trata de la Chiroflu. Igual que las demás es trivalente, con dos cepas tipo A y una tipo B. Asimismo, también se inyecta la Prevenar 13 contra la neumonía.