El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, se desplazó ayer por la tarde a Vilagarcía para participar en la 23ª Convivencia de Cáritas de Arousa, celebrada en la parroquia de A Nosa Señora da Xunqueira. La jornada consistió en una misa y un ágape en el local parroquial que reunió a los consiliarios del Arciprestazgo de Arousa, a los trabajadores y voluntarios de Cáritas, a sus socios y colaboradores y por supuesto a los participantes, es decir, las personas a las que ayuda la ONG religiosa.

Como cada año, el director de Cáritas Interparroquial, Francisco Fernández, pronunció unas palabras. Hizo hincapié en la necesidad de incrementar el voluntariado, pues "la gente joven que tenemos afortunadamente trabaja y la de más edad va teniendo nietos y al ayudar en su cuidado también tienen menos tiempo", explica Fernández. "Por ello, invito a nuestros voluntarios a que animen a sus allegados a colaborar con nosotros", añade.

A lo largo de 2016 fueron más de 200 las personas que ayudaron en Cáritas Arousa de forma totalmente desinteresada y altruista.

Mañana se cumplen trece años de la primera intervención del director de Cáritas en una convivencia (24 de octubre de 2004). Lo hizo en funciones, pues en aquel momento Fernández ocupaba el cargo de secretario. Y fue en la misma parroquia, en la de A Xunqueira (cada año la jornada se celebra en una iglesia distinta de la zona).

El Arciprestazgo de Arousa está formado por 26 parroquias de Catoira, Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Cambados y dos de Caldas de Reis. Se trata de la de Santa María de Godos y San Antonio de Godos. De todas estas parroquias se ocupan apenas una decena de curas, pues la escasa vocación religiosa de la actualidad provoca la ausencia de relevo generacional. Los sacerdotes se van haciendo mayores y no tienen quien los sustituya. Pese a la edad, algunos se encargan de varias parroquias a la vez.