Alicia Tacón lleva casi 27 años sin poder caminar a consecuencia de un accidente de tráfico. Esta semana se trasladó a A Coruña para recoger una silla de ruedas nueva y se quedó perpleja con las dificultades que se encontró para moverse en el entorno del hospital. "Menos mal que fue mi pareja conmigo", apunta esta vecina de Catoira.

Alicia conduce y reconoce que no tiene problemas para aparcar en Vilagarcía, pues existen suficientes plazas para personas con movilidad reducida. No obstante, unas son más cómodas que otras.

Las que son de un tamaño muy reducido son las de la estación de autobuses. "No están adaptadas, simplemente las pintaron y ya está, pero no son más grandes que las estándar, por tanto no se pueden utilizar porque no cabe la silla", comenta Marisa Rañó. Ella vive en el centro de Vilagarcía y sufre problemas de movilidad desde los 3 años a raíz de una poliomielitis.