Un vecino de la localidad de Meaño falleció ayer de forma súbita en el centro de salud de As Covas. Fue al filo de las 13.00 horas cuando el hombre, de unos 60 años, que trabajaba como electricista en la firma Inelsa, se desplazó al centro sanitario para acudir a la consulta de su médico de cabecera con el que había concertado cita.

Los testigos señalan que una vez allí el fallecido les dijo que había pasado una mala noche. Sin embargo, al poco de llegar al centro, y mientras esperaba en el exterior de la puerta del mismo, a donde había salido un momento para tomar aire, se sintió indispuesto y se fue desplomando desde la pared en que se apoyaba.

Pese a las repetidas maniobras de reanimación practicadas denodadamente por los dos médicos que atienden el centro de salud, y que socorrieron de inmediato al vecino, así como a las dos ambulancias desplazadas al lugar, una de ella medicalizada, no fue posible recuperar al vecino, cuyo deceso se certificaba instantes después, ante el estupor de los presentes en el centro de salud por lo presenciado.

Acto seguido una funeraria se desplazaba al lugar para sacar al fallecido en un ataúd al filo de las 14.30 horas. Se daba la circunstancia de que su madre, ya entrada en años, había fallecido también recientemente este mismo mes de octubre.