Ayer se cumplió un año de la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de la ordenanza de terrazas de Vilagarcía. En estos primeros doce meses de funcionamiento, el cumplimiento de la discutida normativa ha sido desigual por parte del sector, pues hay locales que se ajustan a ella y otros que siguen sin hacerlo. El Concello admite haber sido "flexible" en la implementación de las nuevas normas a cambio del compromiso de los hosteleros en adaptarse a la ordenanza, pero advierte de que a partir de la reunión que el gobierno mantendrá "en los próximos días" con los profesionales para analizar la evolución de este año "de transición", "se exigirá el cumplimiento estricto de la norma, como ya conocen los propios empresarios".

Las infracciones más comunes que se pueden ver en la vía pública consisten en un exceso de ocupación de espacio con las terrazas, mamparas ancladas al suelo o que superan el 1,60 metros permitidos, mesa y sillas con publicidad y también horarios de cierre que rebasan los establecidos en la ordenanza, entre otras.

El presidente de la Asociación de Hostelería de Vilagarcía (Ahituvi), Ricardo Santamaría, admite que el cumplimiento de la norma no ha sido generalizado en el sector, pero considera que el Ayuntamiento "tampoco ha hecho su trabajo". Ejemplo de ello -dice- es que la administración local no ha facilitado a ningún local el plano para exponer en el exterior del establecimiento en el que figuren sus mesas y espacio autorizado.

En relación a los permisos, Santamaría sostiene que en su caso particular ha tenido que esperar mes y medio tras pagar las tasas. "Han hecho una ordenanza para que sea lo mismo de siempre", resume.

El presidente de la patronal hostelera añade que no ha habido control por parte de la Policía Local para velar por el cumplimiento de la normativa, cuando "el Concello debería actuar de oficio", aboga.

Hasta la actualidad Ravella ha recibido 110 solicitudes para regularizar las terrazas. No todas ellas están resueltas, pues aunque "la inmensa mayoría" han sido informadas favorablemente, esto no significa que hayan recibido la licencia. Portavoces oficiales del Ayuntamiento explican que los casos que están sin resolver responden a que los afectados fueron requeridos para presentar más documentación y no lo hicieron -o solo en parte- o que no pagaron las tasas -o ambas cosas a la vez-.

Añaden desde el gobierno socialista que los propios hosteleros fueron los que solicitaron una moratoria para el abono de los impuestos "en los casos de los que tenían deudas pendientes". "Unos cumplieron, otros en parte y otros no", indican.

Con todo, el equipo de Alberto Varela recuerda que a lo largo del último año ha tenido "constantes reuniones" con el sector para analizar la evolución de la aplicación de la ordenanza con "el acuerdo tácito de que en ese tiempo se sería más flexible" en el cumplimiento de las nuevas normas. Pero desde Ravella advierten de que ese periodo de manga ancha se ha terminado y de que a partir de ahora todos los hosteleros que quieran mantener su terraza en funcionamiento deberán presentar un proyecto que cuente con la autorización del Ayuntamiento, desembolsar las correspondientes tasas y ajustarse a las condiciones de la licencia concedida. En caso contrario, la ordenanza contempla sanciones económicas que oscilan entre 150 y 1.000 euros, según la gravedad de la infracción.