La ley prohíbe cazar en las zonas quemadas durante un período de tres años. Y según Juan José Millán, tampoco permite realizar repoblaciones de conejo en dichas áreas, durante el mismo período de tiempo. Millán considera que esta última prohibición incluso puede ser contraproducente, pues estima que con una repoblación ordenada se podría ayudar mejor a la recuperación de la fauna salvaje. Por ello, varios presidentes de asociaciones prevén mantener mañana viernes una reunión en la Federación Galega de Caza, para que ésta hable a su vez con la Xunta y le transmita el interés de los aficionados por soltar conejos en los montes incendiados antes de los mencionados tres años.