La comarca de Barbanza (Arousa Norte) también sufrió durante el fin de semana el efecto de las llamas; situación a la que municipios como Rianxo, Boiro, A Pobra do Caramiñal y Ribeira están tristemente acostumbrados.

Tras sufrir diversos incendios forestales durante la pasada primavera, al igual que sucediera con intensidad en verano de 2016, esta vez las llamas se dejaron ver de manera notoria en el municipio de Boiro, y más concretamente en la parroquia de Cures, donde la Xunta llegó a decretar la Situación 2.

Es solo un ejemplo de la tensión vivida en esta comarca arousana en la que, como sucedió en O Salnés, se organizaron a lo largo del día de ayer diversas concentraciones de repulsa frente al terrorismo incendiario y se guardaron minutos de silencio como apoyo a los damnificados y en memoria de las víctimas.

Los municipios coruñeses se solidarizaban así con sus vecinos pontevedreses y se unían a la condena de estos episodios a todas luces intencionados.

De ahí que cuerpos como la Policía Local de Rianxo, que hizo un llamamiento a la colaboración de los vecinos para dar con el paradero de los incendiarios, pasaran la noche del domingo en vela, vigilando los montes para evitar nuevos frentes. En la villa de Castelao esos vecinos estaban llamados a protestar contra los pirómanos con el lema "Lume, nunca máis. O noso monte importa".

Las muestras de repulsa se hicieron sentir igualmente desde diferentes instituciones y organismos públicos. Los alcaldes de Boiro y Ribeira, Juan José Dieste Ortigueira y Manuel Ruiz Rivas, respectivamente, fueron dos de los dirigentes que condenaron la acción de los pirómanos.