Una treintena de profesionales participó en el XXXIX Concurso de Pratos de Mexillón que organiza Amegrove dentro de las actividades de la Festa do Marisco y que fue fallado anoche en la localidad.

El jurado tuvo muy difícil la elección de los tres ganadores pues los participantes agudizaron su ingenio para lograr un reconocimiento por el talento que han tenido que demostrar ante la elevada calidad de los platos que se exhibieron en el mostrador de la carpa institucional.

Dos cocineros del restaurante "Meloxeira" se han hecho acreedores del primero y el tercer premio con sendas presentaciones que llamaron la atención del jurado. El segundo premio fue a parar al chef del restaurante "Sal de Allo", también de la localidad.

Pese a la supuesta mayor sencillez de elaboración, el primer premio correspondió a Álvaro Fuentes (12,4 puntos) quien optó por un escabeche que dividió en distintas partes en las que resaltó el pimiento y la zanahoria, y que cubrió finalmente con una exquisita salsa.

El segundo correspondió a Joaquín Álvarez (11,9 puntos) quien elaboró una especie de falso tomate relleno con el bivalvo.

Especialmente trabajada fue la elaboración presentada por Sandra Gómez que obtuvo el tercer premio y 11,6 puntos del jurado.

La joven cocinera del "Meloxeira" admite que le costó mucho tiempo pensar el plato que iba a llevar a concurso además del día entero que tardó en cocinarlo.

Y lo cierto es que la receta que expone es de libro. "Es un tartar de mejillón con espuma de alga y escabeche texturizado", explica con enorme naturalidad.

Al exponer el trabajo se entiende el largo título: "Se corta el mejillón en trozos muy finos y se mezcla zon cebolleta, cebollino, una salsa secreta y se cocina en agua de mar". Luego construye la espuma de guacame al sifón y se presentan "como si fueran guisantes por encima del tartar, se cubre con un escabeche y se adorna con verdolara y otras flores típicas de Galicia".

Los premios de Amegrove también fueron jugosos: 1.300 euros para el primero; 800 para el segundo y 500 a la tercera. No está mal.