El tenis de mesa arousano está de enhorabuena. El Cambados TM ha conseguido incorporar a sus filas a toda una personalidad de este deporte a nivel mundial dentro de la especialidad paralímpica. José Manuel Ruiz Reyes posee a sus espaldas un extraordinario palmarés con medallas en Olimpiadas, Mundiales y Europeos. Debido a una agenesia congénita su brazo derecho no se desarrolló en toda su extensión, pero ello no le impide ser uno de los jugadores más importantes de este deporte.

-Siguiendo su trayectoria estamos hablando de un deportista que ha sido ni más ni menos que abanderado olímpico, paralímpico en su caso, en Río 2016. Poco más se puede pedir a una carrera.

-Uno de los secretos para seguir es no mirar atrás. Hay que buscar retos y objetivos cada día. Llevo 24 años a alto nivel y esa es mi filosofía. La medalla de oro en unos Juegos Olímpicos es lo que me falta, pero el hecho de ser abanderado también es un logro enorme. A nivel deportivo quizá me faltaría ese oro, pero no me obsesiono con ello porque no ayuda.

-¿Qué le sedujo del tenis de mesa para decantarse por este deporte?

-Desde niño siempre practiqué deporte. No fue hasta los 13 o 14 años que descubrí el tenis de mesa y fui dejando los otros deportes. como fútbol o baloncesto. El tenis de mesa era el único que cuando acababa de practicarlo ya tenía otra vez ganas de volver a jugar. Esa impaciencia deseando que llegara otra oportunidad para entrenar no me la daba otro deporte. Mi entrenador me proponía nuevos retos y eso me iba motivando.

-Según estudios de la NASA, el tenis de mesa junto a la natación es uno de los deportes más completos que existe a nivel global.

-Es que en el tenis de mesa hay que estar muy bien preparado. A nivel de reflejos sobre todo. La pelota va a veces a 120 kilómetros por hora. Las cualidades y la mente marcan la diferencia. El estar súperconcentrado es clave. Todo pasa tan deprisa que no puedes desconectar nada. Técnicamente hay muchos jugadores muy buenos, pero la diferencia es la mente. Cuando doy charlas en los colegios y me preguntan por qué recomiendo el tenis de mesa, siempre digo que es un deporte que ayuda a desarrollar tu personalidad muy rápido. Te enfrentas a retos diferentes continuamente y eso te obliga a tomar decisiones. Y eso ayuda para la vida diaria.

-Debutó con 15 años en un Europeo en Dinamarca y poco después ya estaba usted en los Juegos de Sydney.

-La verdad es que sí. Fue todo muy deprisa. Empecé a los 13 años y poco después a unos Juegos. Además este año ha sido ya mi duodécimo Europeo. Tuve la suerte de que un gallego que era seleccionador, Manuel Casas, apostó por mí y me llevó a los Juegos de Atlanta 96 con 18 años. España tenía una invitación y Manuel me llevó.

-Y desde entonces medallas paraolímpicas, en europeos, en mundiales, campeonatos de España... ¿Se acuerda de todas?

-Sí me acuerdo. En Olimpiadas tengo una plata individual en Sydney y por equipos dos platas más y dos bronces. Fuí dos veces campeón del mundo individual en París-98 y Corea del Sur en 2010, además de una plata. Y por equipos tengo una plata y cuatro bronces. En Campeonatos de Europa logré tres oros individuales y otros tres oros por equipos y he sido 19 veces campeón de España.

-¿Qué sensaciones le quedan de ese paseo por Maracaná ondeando la bandera de España como abanderado paraolímpico en 2016?

-Lo que se siente en ese momento es tan grande que resulta difícil de explicar. Ser abanderado siendo el que muestra a todo el mundo la bandera de tu país es un privilegio, un placer y un honor, pero también una responsabilidad. Lo viví acordándome de mi origen y de toda la gente que me ha ayudado y está a mi lado. Sin ellos no podría conseguir nada. Es de bien nacidos ser agradecidos. Mantener los pies en el suelo y la humildad es clave, algo fundamental para conseguir las cosas porque al final de todo siempre queda la persona y prefiero quedarme con eso.